Lujo masculino enfrascado

Un pequeño recipiente guarda el AROMA de la casa italiana donde mejor se habla el LENGUAJE del lujo. Dominada por el ámbar, llega a España la nueva fragancia para el hombre de Prada

Un intenso aroma de ámbar, mezclado a base de resina de láudano, pachulí de Indonesia, vainilla y fruto del haba tonka se escapa entre las rendijas del aire acondicionado para inundar la última planta de la tienda de moda para el hombre que la firma italiana Prada ostenta en la Via Montenapoleone, en el corazón del barrio de la moda de Milán. Por un instante, la embriaguez de olores parece evocar la orgía final de El perfume, la novela de Patrick Süskind -convertida en película por el alemán Tom Tykwer y cuyo estreno en España está previsto para el próximo noviembre-, en la que 10.000 personas...

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Un intenso aroma de ámbar, mezclado a base de resina de láudano, pachulí de Indonesia, vainilla y fruto del haba tonka se escapa entre las rendijas del aire acondicionado para inundar la última planta de la tienda de moda para el hombre que la firma italiana Prada ostenta en la Via Montenapoleone, en el corazón del barrio de la moda de Milán. Por un instante, la embriaguez de olores parece evocar la orgía final de El perfume, la novela de Patrick Süskind -convertida en película por el alemán Tom Tykwer y cuyo estreno en España está previsto para el próximo noviembre-, en la que 10.000 personas celebran una bacanal formidable bajo el hechizo de la fragancia creada por el malvado protagonista de fatal destino Jean-Baptiste Grenouille. Pero Daniela Andrier, la perfumista de la nueva fragancia para el hombre de Prada, Amber Pour Homme, encargada de la presentación a escala mundial del producto, no se parece ni de lejos al maquiavélico Grenouille.

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Todo lo contrario. Puede que esta mujer constituya la antítesis perfecta de aquel perfumista y asesino de muchachas del siglo XVIII. Con su francés dulce y cadencioso, y al olor de los componentes de su creación liberados por toda la sala, Andrier desgrana los acordes básicos de Amber Pour Homme: pinceladas Cologne, aroma de Fougère y aterciopelados recuerdos de ante, todos ellos dominados por la sempiterna presencia del ámbar, esencia favorita de la diseñadora Miuccia Prada.

La presentación en la tienda de la Via Montenapoleone, uno de los 206 establecimientos que la marca tiene repartidos por 65 países -a un paseo del Teatro alla Scala, de la Piazza de Il Duomo y de la Galería de Vittorio Emanuele II, donde Mario Prada, fundador de la firma y abuelo de Miuccia, abrió la primera tienda de artículos exclusivos de la familia en 1913-, tuvo lugar el pasado mes de junio. La tarde-noche anterior a aquel día, la firma presentaba en una nave diáfana y minimalista del edificio de su fondazione los diseños para el hombre de su colección de prêt-à-porter para la primavera-verano de 2007. Tras el desfile de efebos, muchos de ellos combinando durante apenas un cuarto de hora ajustados bañadores de colores a juego con gabardinas acharoladas y sandalias con calcetines, EPS preguntó entre bambalinas a Miuccia Prada acerca de la inspiración que se ha materializado en el nacimiento de su primera fragancia masculina. Ataviada con un sencillo vestido de una pieza color verde botella y sobre unos tacones de aguja negros, Mrs. Prada, una mujer menuda con un carácter y estilo arrolladores, respondió: "Quizá sea fruto del juego de dualidades entre hombre y mujer, tradición e innovación… pero no me he inspirado en ningún tipo de hombre específico. Nunca me inspiro en nadie a la hora de realizar mis diseños". Poco después, Miuccia Prada comunicaba a través de los portavoces de su firma la síntesis de su concepción sobre Amber Pour Homme: "Intenté imaginar lo que me gustaría llevar si yo fuera un hombre". La esencia, en definitiva, de un "gentleman inconformista".

Bajo esta premisa basada en la dualidad arrancó un proyecto que se ha prolongado durante dos años hasta su llegada a España durante este mes de octubre, donde competirá en un sector que movió 1.036,95 millones de euros en ventas durante el año pasado (el 23,3% del negocio de la cosmética), según los datos que proporciona la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética.

Y destapar el espíritu elegante y contradictorio para el hombre de Prada tiene un precio. Exactamente, según sus portavoces, 47 euros por cada frasco de 50 mililitros de cristal, rematado por una placa metálica de producción artesanal en la que aparecen grabados los ingredientes más representativos de la fragancia. La versión de 100 mililitros requerirá un desembolso en los establecimientos ibéricos de 64 euros, que se convertirán en 84 si se opta por el modelo que incluye un pulverizador de aspecto y diseño industriales que ejerce de contrapunto a la perilla que viste la fragancia femenina de la casa, lanzada en 2004 y cuyo diseño se inspiró en la perfumería tradicional. Frascos todos elaborados bajo la atenta mirada de Mrs. Prada.

Pero ¿cómo ha llegado hasta aquí este recipiente de elegantes formas que contiene un líquido de color gris azulado que libera la esencia del "gentleman inconformista"? ¿Cómo nace una fragancia para hombre? En cuanto al tiempo transcurrido durante cada periodo de destilación o macerado de los ingredientes, pruebas, número total de personas implicadas en el proceso, costes de fabricación o cifra de frascos que se pondrán a la venta en España reina el mutismo absoluto tanto en Prada como en su socio catalán Puig Beauty & Fashion Group, unidos desde 2003 para la gestión del negocio de fragancias y cosméticos de la marca italiana. Sus labios están sellados. Poco más puede saberse: que Amber Pour Homme se encuentra en pleno lanzamiento en países de Europa, Estados Unidos y Oriente Próximo, y que el año que viene llegará a los mercados asiático, latinoamericano y de Europa del Este. En total, el frasco reposará sobre 7.800 puntos de venta en el mundo.

"Lo que sí puedo decir es que hemos recuperado el arte de la perfumería tradicional con ingredientes exclusivamente naturales. La maceración final del producto se llevó a cabo en nuestras instalaciones de Barcelona, en cubas de 7.000 litros en las que reposó la mezcla durante 30 días. Hoy todo se produce demasiado rápido, sin tiempo para macerar las cosas… Y nosotros queríamos hacer algo distinto a lo que puede encontrarse en el mercado". Manuel Puig es consejero delegado del Grupo Puig Beauty & Fashion Group, un holding industrial barcelonés presente en 150 países con una plantilla de 5.000 trabajadores. El grupo familiar situado en el primer puesto de las empresas del sector de perfumería en España, según la lista elaborada en 2005 por Fomento de la Producción, en la que se estimaban sus ingresos durante el ejercicio de 2004 en 1.000 millones de euros.

Historia viva del perfume en España, sobre cuyas manos confían la elaboración de sus fragancias diseñadores como Paco Rabanne o Carolina Herrera. Y ahora embarcado en los nuevos proyectos con su socio italiano al 50%. "Para poner en marcha una marca de perfumería se requieren tener al menos cuatro o cinco productos en el mercado", concluye Manuel Puig.

Ese socio italiano, el grupo Prada, emplea a 5.600 trabajadores en todo el mundo y registró unas ventas consolidadas de 1.460 millones de euros en 2004. Una firma reinventada desde 1978 por el talento de Miuccia Prada y el olfato para los negocios del que después se convirtió en su marido, Fabrizio Bertelli. Una casa que continúa, con este nuevo lanzamiento, por la senda de fragancias ambaradas abierta por el primer perfume femenino de Prada. Una marca que encargó a la perfumista francesa Daniela Andrier la búsqueda de un olor que pudiera representar al hombre de la casa. Al otro lado del teléfono, Andrier recuerda: "Miuccia me dijo: 'Necesito el ámbar que pueda responder a una pregunta: ¿quién es el hombre de Prada?'. Nueve meses después lo encontré".