'Ejecución' de un palestino en Yenín
La Yihad Islámica no tolera el colaboracionismo, real o supuesto. Así lo demostraron ayer dos milicianos de la organización fundamentalista que mataron, delante de centenares de personas en una plaza pública de Yenín, en el norte de Cisjordania, a un supuesto colaborador de los servicios secretos israelíes. Como se ve en la primera de las tres fotografías que forman la secuencia, los dos milicianos disparan a bocajarro sobre Basem Malah, de 27 años, esposado y con la cabeza parcialmente cubierta, al que acusaban de haber dado numerosas pistas a los organismos de seguridad israelíes para que ma...
La Yihad Islámica no tolera el colaboracionismo, real o supuesto. Así lo demostraron ayer dos milicianos de la organización fundamentalista que mataron, delante de centenares de personas en una plaza pública de Yenín, en el norte de Cisjordania, a un supuesto colaborador de los servicios secretos israelíes. Como se ve en la primera de las tres fotografías que forman la secuencia, los dos milicianos disparan a bocajarro sobre Basem Malah, de 27 años, esposado y con la cabeza parcialmente cubierta, al que acusaban de haber dado numerosas pistas a los organismos de seguridad israelíes para que mataran a dos militantes de la organización la semana pasada. En la segunda de las instantáneas, una mujer, madre de un militante que murió a manos del Ejército israelí en 2002, pisa el cuello del asesinado, ante la mirada de los dos milicianos y animada por centenares de personas.
La tercera imagen muestra cómo un joven palestino patea al fallecido mientras varios hombres toman fotografías con sus móviles.