El 'boom' migratorio aporta la mitad del crecimiento de la economía catalana desde 2000

Los inmigrantes son responsables de la creación del 55% de los nuevos hogares

La pujanza de la economía catalana en los últimos años es consecuencia directa del fenómeno de la inmigración. Ni la mejora del mercado de trabajo, ni el boom de la vivienda -incluido el vertiginoso incremento de precios- ni el aumento del consumo son explicables sin el choque migratorio de los últimos años. A finales de la década de 1990, el efecto de la llegada de los inmigrantes servía para explicar el 15% del crecimiento del PIB catalán. A día de hoy, esa cifra es mucho mayor: la mitad del crecimiento de la economía se debe al impacto de la inmigración en la economía, según el servi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La pujanza de la economía catalana en los últimos años es consecuencia directa del fenómeno de la inmigración. Ni la mejora del mercado de trabajo, ni el boom de la vivienda -incluido el vertiginoso incremento de precios- ni el aumento del consumo son explicables sin el choque migratorio de los últimos años. A finales de la década de 1990, el efecto de la llegada de los inmigrantes servía para explicar el 15% del crecimiento del PIB catalán. A día de hoy, esa cifra es mucho mayor: la mitad del crecimiento de la economía se debe al impacto de la inmigración en la economía, según el servicio de estudios de Caixa Catalunya.

"El ritmo de crecimiento de la economía catalana en los últimos años no es comprensible sin el shock migratorio", sentenció ayer Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Hace 10 años los inmigrantes, al llegar, alquilaban un piso. Ahora ya son propietarios, suponen el 55% de los nuevos hogares que se forman en Cataluña y son una de las grandes fuentes de crecimiento del consumo. "Los nuevos hogares son los grandes dinamizadores de la demanda interna. Gastan mucho más que los hogares ya establecidos porque tienen que comprar de todo. Su impacto es fundamental para explicar la bonanza económica de los últimos años", explicó.

La aportación de la inmigración al crecimiento demográfico es aún mayor: el 88,1% del crecimiento de la población catalana entre 2001 y 2005 se debe a este colectivo. El impacto en la economía es algo inferior, pero muy sustancial: "La inmigración es el motor de entre el 50% y el 55% del crecimiento económico catalán actual", según el autor del informe Situación y perspectivas de la economía catalana, presentado ayer por el servicio de estudios de Caixa Catalunya.

Oliver dibujó ayer un cuadro macroeconómico optimista para Cataluña. Con un alza del 3,6% del PIB en el primer trimestre, la caja de ahorros que preside Narcís Serra estima que la economía catalana crecerá el 3,3% en el conjunto del año, dos décimas más que en las previsiones anteriores, pero por debajo de las cifras del Departamento de Economía y Finanzas de la Generalitat. El auge del sector exterior -ligado a la recuperación de la economía europea- y la mejora de las perspectivas del sector industrial son las principales bazas de la economía catalana. Esta situación se traducirá en la creación de 130.000 nuevos puestos de trabajo -con un avance interanual del 4%, un dato "excepcional" a juicio de Oliver- y en la construcción de 90.000 viviendas anuales en 2006 y también en 2007. "El choque migratorio tiene mucho que ver tanto en la evolución del empleo como en la de la vivienda, que sigue en máximos históricos", aseguró Oliver.

Inflación

Acompañado por el jefe del servicio de estudios, Xavier Segura, Oliver hizo hincapié en la mejora de las ventas al exterior de la economía catalana, pese a que el déficit comercial no cesa de crecer. "Las exportaciones han pasado de un ritmo de crecimiento del 1% en 2002 y 2003 al 12% de los cuatro primeros meses del año por la recuperación europea, pero las importaciones crecen aún más, en parte por el efecto de la crisis energética", afirmó. El petróleo explica también parte de la evolución de la inflación en Cataluña. El índice de precios de consumo (IPC) catalán crecerá en torno al 4% este año. Una tasa "excesiva", según el catedrático de la UAB, "que supone que la economía esté acumulando pérdidas de competitividad importantes con relación a la zona euro".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Frente a estos problemas, Oliver destacó la reducción de los costes laborales en Cataluña y, sobre todo, la mejora del empleo industrial, que crecerá en torno al 2% este año, una cifra "especialmente importante ante los procesos de deslocalización que ha soportado la economía catalana", concluyó.

Sobre la firma

Archivado En