Las autoridades minimizan el riesgo de que la enfermedad se extienda

El Gobierno y las autoridades del País Vasco minimizaron ayer la aparición de un caso de la peor variante del virus H5N1 en una laguna de Álava. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que se trata de "un caso veterinario" y que no hay razones para la alarma. El Gobierno anunció que no implantará nuevas medidas de control y que mantiene el actual nivel de alerta. El Ejecutivo vasco insistió en esa línea y destacó que el riesgo de que el virus pase a una persona es prácticamente nulo. El virus H5N1 se propaga fácilmente entre aves. Pero para pasar a hum...

El Gobierno y las autoridades del País Vasco minimizaron ayer la aparición de un caso de la peor variante del virus H5N1 en una laguna de Álava. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que se trata de "un caso veterinario" y que no hay razones para la alarma. El Gobierno anunció que no implantará nuevas medidas de control y que mantiene el actual nivel de alerta. El Ejecutivo vasco insistió en esa línea y destacó que el riesgo de que el virus pase a una persona es prácticamente nulo. El virus H5N1 se propaga fácilmente entre aves. Pero para pasar a humanos necesita que las personas estén en contacto directo durante mucho tiempo con aves infectadas.

La vicepresidenta afirmó que "se han activado los protocolos de actuación previstos" y comentó que se convocará la Comisión Interministerial de seguimiento, creada hace un año, "y que ha venido funcionando con absoluta regularidad y periodicidad". Además, dijo que el Ministerio de Agricultura "informará de todos los detalles con total transparencia".

Fuentes oficiales manifestaron ayer que el Ejecutivo estaba preparado para la aparición de la gripe aviar. Agricultura lo había previsto para la pasada primavera, cuando se suponía que el virus podía llegar transportado por las aves migratorias de África. Los dos departamentos más directamente implicados, Agricultura y Sanidad, recordaron ayer que tienen planes de vigilancia en marcha "desde hace meses" y manifestaron que, de momento, no tienen previsto implantar nuevas medidas de control.

La aparición del ave muerta en Vitoria no va a alterar los planes de Agricultura, que lo considera un caso aislado, aunque está pendiente de investigar cuál es la ruta que ha seguido el virus hasta ahí. Mucho menos modifica los planes de Sanidad. Este departamento tiene un protocolo establecido para el momento en que aparezcan casos de gripe aviar en humanos. Este hecho sólo ha ocurrido en nueve países en el mundo (el más cercano a España, Turquía), por lo que las autoridades sanitarias se mantienen tranquilas y expectantes.

El diputado del PP portavoz para la gripe aviar en el Congreso, José Félix Vadillo, pidió al Gobierno liderazgo y transparencia e insistió en que hay que tranquilizar a la población porque, de momento, no hay riesgo ni para el consumo ni para las personas.

El virus H5N1 ha matado al menos a 131 personas desde que en 2003 apareció en el sudeste asiático. Aunque el H5N1 es un virus animal, puede pasar a humanos si las aves infectadas tienen estrecho contacto con las personas. Esto ha ocurrido en Asia, donde es frecuente ver mataderos de aves en los que conviven personas y animales en espacios cerrados. El Ejecutivo destaca que la situación no es comparable a la española. El contagio no se produce por comer carne de animales con el virus si está cocinada.

El sistema de vigilancia contra la gripe aviar tiene un doble componente: el primero, detectar la aparición de animales enfermos. En un país en el que se supone que las importaciones de carne de aves están controladas, la vía de entrada esperada del virus H5N1 son las aves migratorias. Por eso Agricultura dictó una serie de medidas y fijó unas zonas de especial vigilancia: aquellas en las que anidan o reposan las aves que llegan a España desde África en primavera, o desde el norte en otoño.

Desde que comenzó la epidemia causada por el H5N1 en 2003, la transmisión de la infección se ha atribuido a aves acuáticas. Por eso, la vigilancia de Agricultura se centró en los humedales. La mayoría de estas regiones se concentra en Doñana, el Guadalquivir y el arco mediterráneo (como La Albufera, el Delta del Ebro o las salinas).

Aparte de los análisis de animales encontrados muertos o enfermos en el campo (el laboratorio de Algete, que Agricultura utiliza como referencia, ha hecho más de 2.000 al mes), el ministerio estableció otra serie de controles. Por ejemplo, estar pendiente de que el consumo de pienso y agua de una explotación no disminuía. En concreto, la orden 1922 del 16 de junio (una actualización de medidas anteriores) establece los umbrales de alarma en una caída del consumo de pienso y agua superior al 20%; una disminución en la puesta de huevos superior al 5% durante más de dos días seguidos y una mortalidad superior al 3% durante una semana.

La Comunidad de Madrid manifestó su malestar con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por haber recibido la notificación oficial del caso de gripe aviar declarado en la provincia de Álava "después de conocerlo a través de los medios de comunicación". El Gobierno replicó que lo había notificado a la Consejería de Agricultura de Madrid y achacó la crítica a la falta de comunicación interna.