La presión fiscal sube casi un punto en el segundo año de Gobierno socialista

El peso de los impuestos sobre el conjunto de la economía es cada vez mayor. Las cantidades que ciudadanos y empresas abonan a Hacienda por tributos y cotizaciones sociales representaron en 2005 un 35,57% del producto interior bruto (PIB). La cifra, casi un punto (nueve décimas) superior a la de 2004, se registra en el segundo año de Gobierno socialista y en el primero que se desarrolla según los presupuestos elaborados por ese equipo. Se trata del cuarto ejercicio consecutivo en que aumenta la presión fiscal en España.

La subida obedece principalmente al crecimiento del impuesto sobre ...

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El peso de los impuestos sobre el conjunto de la economía es cada vez mayor. Las cantidades que ciudadanos y empresas abonan a Hacienda por tributos y cotizaciones sociales representaron en 2005 un 35,57% del producto interior bruto (PIB). La cifra, casi un punto (nueve décimas) superior a la de 2004, se registra en el segundo año de Gobierno socialista y en el primero que se desarrolla según los presupuestos elaborados por ese equipo. Se trata del cuarto ejercicio consecutivo en que aumenta la presión fiscal en España.

La subida obedece principalmente al crecimiento del impuesto sobre la renta y sobre el patrimonio, según el avance de actuación presupuestaria que hizo ayer público el Ministerio de Economía y Hacienda. Por el contrario, las cotizaciones que pagan los empresarios a la Seguridad Social y los impuestos del capital mantuvieron su peso sobre el PIB, incluso cayeron levemente en el primer caso.

La buena evolución del empleo el año pasado ha determinado en gran medida el mayor pago de impuestos. Con más trabajadores en activo (el año pasado se incorporaron al colectivo de ocupados casi 900.000 trabajadores, la mitad de ellos inmigrantes), los pagos de IRPF y de otros tributos aumentan. También han contribuido al sistema los beneficios empresariales, que crecieron un 12,5% en 2005. La participación de este impuesto sobre el PIB ha crecido casi medio punto.

La Administración central ha tenido este año más responsabilidad que las autonómicas y las locales en el aumento de la presión fiscal. El Estado fue responsable de una subida de 0,58 puntos, mientras en las administraciones autonómicas avanzó 0,37 puntos y en las locales permaneció prácticamente igual. El motivo es que el impuesto de sociedades, que creció con fuerza en 2005, se paga a la Administración central.

Al mismo tiempo que aumentan los ingresos de las administraciones disminuyen los gastos. Su peso sobre el PIB ha caído seis décimas, hasta el 38,2%.

Pese a crecer, la presión fiscal española sigue siendo de las más bajas de la Unión Europea de 25 Estados. La media en el entorno comunitario es del 39,3%, según los datos de 2004.

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