Hacia un ordenador más rápido, eficiente y seguro

Juan Ignacio Cirac, muy feliz por el Premio Príncipe de Asturias que va a recibir, comentaba ayer desde su laboratorio en Alemania que los científicos disfrutan haciendo investigación y obteniendo resultados de la misma, "pero si también la sociedad reconoce el trabajo y encima con un premio tan importante, pues mucho mejor".

Él dirige, en el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Garching, un equipo formado por 20 personas, incluida media docena de investigadores españoles "que son realmente muy buenos", puntualizó en una conversación telefónica. Y no, no tiene intención de volver...

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Juan Ignacio Cirac, muy feliz por el Premio Príncipe de Asturias que va a recibir, comentaba ayer desde su laboratorio en Alemania que los científicos disfrutan haciendo investigación y obteniendo resultados de la misma, "pero si también la sociedad reconoce el trabajo y encima con un premio tan importante, pues mucho mejor".

Él dirige, en el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Garching, un equipo formado por 20 personas, incluida media docena de investigadores españoles "que son realmente muy buenos", puntualizó en una conversación telefónica. Y no, no tiene intención de volver a España para desarrollar su trabajo: "Estoy bien en Alemania, este es un centro con mucho prestigio". En España, comentó Cirac, hay científicos de nivel internacional en su área, pero sobre todo son teóricos, y se echa de menos la vertiente experimental.

En cuanto a su trabajo actual, el científico explicó que abarca tres temas: "Por un lado está la computación cuántica, cuyo objetivo es construir un ordenador cuántico; también investigamos en materiales enfriados hasta bajísimas temperaturas, cuando empiezan a cambiar sus propiedades físicas y a mostrar fenómenos muy extraños; la tercera línea de trabajo es la luz y su interacción con materiales". Todo ello está relacionado con la física cuántica, "con el mundo microscópico y estas leyes extrañas con fenómenos extravagantes, que queremos entender para poder aplicarlos en proceso de información, en comunicaciones y en sistemas para realizar cálculos ahora imposibles".

Un ordenador cuántico, cuando exista, se regirá por otras leyes de la física diferentes, señaló Cirac, y recurrió a la comparación con el ajedrez para explicar la idea: "Si pudieras cambiar las reglas y mover el alfil o la torre de otra manera, se podría dar jaque mate en una jugada. Con una computadora cuántica se podrían hacer cálculos de modo mucho más rápido, eficiente y seguro".

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