Los alumnos nacidos en los tres últimos meses del año repiten más, según un informe

Los alumnos más jóvenes de cada curso, los nacidos en los meses de octubre, noviembre y diciembre, "presentan dificultades educativas que les hacen incrementar las posibilidades de repetir curso", según un informe presentado por la Fundación Alternativas sobre los factores que marcan las desigualdades entre la formación de los jóvenes. Su conclusión se basa en datos extraídos de una muestra de chicos de 16 y 17 años que estudian ESO.

Esta afirmación basa su conclusión en datos extraídos de una muestra de chicos de 16 y 17 años que estudian ESO, bachillerato, formación profesional de gra...

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Los alumnos más jóvenes de cada curso, los nacidos en los meses de octubre, noviembre y diciembre, "presentan dificultades educativas que les hacen incrementar las posibilidades de repetir curso", según un informe presentado por la Fundación Alternativas sobre los factores que marcan las desigualdades entre la formación de los jóvenes. Su conclusión se basa en datos extraídos de una muestra de chicos de 16 y 17 años que estudian ESO.

Esta afirmación basa su conclusión en datos extraídos de una muestra de chicos de 16 y 17 años que estudian ESO, bachillerato, formación profesional de grado medio y algunos ya en el mercado laboral; de ellos, el 26% ha nacido en los últimos meses del año, un porcentaje que debería repetirse en cada nivel de estudio.

Sin embargo, los estudiantes de esa edad matriculados en la ESO casi alcanzan el 32%. "Esa mayor concentración demuestra que los chicos de esas edades han repetido más", concluye el director del estudio, el catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona Jorge Calero.

Estudios de la madre

El informe también analiza una serie de circunstancias personales (económicas, familiares y territoriales, entre otras) que inciden en la formación de los alumnos. Entre esas variables cabe destacar el nivel de estudios de las madres: cuantos más años de formación acumulan, más probabilidad tienen los hijos de continuar estudiando tras la etapa obligatoria. Las madres de los alumnos de bachillerato han estudiado una media de casi nueve años, las de los que estudian FP lo han hecho 6,64 años y las de los que se pusieron a trabajar tras la ESO, 5,21.

El número de hermanos también condiciona a los chicos y chicas. Aunque las diferencias son más sutiles, el estudio concluye que cuantos menos hermanos, existe más probabilidad de seguir estudiando, por cuestiones económicas. Las cifras son las siguientes: los bachilleres tienen una media de 2,36 hermanos; los estudiantes de FP tienen 2,92 y los chicos que ya están trabajando, 3,06.

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