En España es optativo para los peores estudiantes seguir en las aulas

La Ley Orgánica de Educación, recientemente aprobada en España, permite a los alumnos permanecer en la educación obligatoria hasta los 18 años aunque estarán en su derecho de abandonar a los 16 si así lo desean. La diferencia, recalcan en el Ministerio de Educación, con la anterior Ley de Calidad es que ésta dejaba en manos de los profesores la decisión de permitir o no al alumno continuar más allá de los 16, de tal forma que un chaval que hubiera repetido algún curso podría ser expulsado del centro antes de acabar la ESO. Los profesores decidirían en función de la voluntad o la capacid...

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La Ley Orgánica de Educación, recientemente aprobada en España, permite a los alumnos permanecer en la educación obligatoria hasta los 18 años aunque estarán en su derecho de abandonar a los 16 si así lo desean. La diferencia, recalcan en el Ministerio de Educación, con la anterior Ley de Calidad es que ésta dejaba en manos de los profesores la decisión de permitir o no al alumno continuar más allá de los 16, de tal forma que un chaval que hubiera repetido algún curso podría ser expulsado del centro antes de acabar la ESO. Los profesores decidirían en función de la voluntad o la capacidad que vieran en sus alumnos.

Con frecuencia los docentes se quejan en España de que los alumnos de peores resultados que no tienen interés por las clases interrumpen el rendimiento de los demás hasta que cumplen la edad reglamentaria para abandonar las aulas, 16 años. O después, si siguen en el instituto como repetidores. Y algunos profesores dicen que a varios de estos alumnos, los más voluntariosos, se les aprueba derrochando dosis de generosidad para que obtengan su título de estudios básicos. A veces, una vez obtenido ese título, siguen en el bachillerato.

Sea como fuere, en España no hay obligación de estudiar más allá de los 16 años y un elevado porcentaje de estudiantes -difícil de medir con exactitud, en ocasiones se habla del 25%, los más pesimistas dicen que el 30%- abandona los estudios sin el título de educación obligatoria. Pero es posible que algunos de ellos lo consigan más tarde por otras vías, por ejemplo, matriculándose en educación de adultos o bien cambiando a algún otro centro. De todo ello no se ha hecho un seguimiento exhaustivo, por tanto, no puede tenerse un dato exacto del total de alumnos que fracasan definitivamente en la ESO.

La encuesta de población activa, que pregunta por los estudios de los ciudadanos, demuestra que entre los jóvenes de 20 a 24 años, el 90% tiene título de secundaria o equivalente.

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