Crítica:FOLK EN LA VILLA

Guitarras mallorquinas

Programa doble mallorquín para inaugurar la primera edición del ciclo bautizado Folk en la Villa. El de Tugores es ese Mediterráneo occidental de historia mestiza que tiende puentes musicales hacia una soleada California y con un cálido imaginario que mucho debe a Ennio Morricone y a Brassens. En Tugores manda la guitarra acústica. Y el lirismo de melodías de inspiración napolitana o árabe se apoya más que antes en la parte rítmica. Tanto si la música optimista del grupo se desliza hacia la bossa nova como si se aflamenca con las rumbas. Tocaron Gran desig, Canvi de batec o ...

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Programa doble mallorquín para inaugurar la primera edición del ciclo bautizado Folk en la Villa. El de Tugores es ese Mediterráneo occidental de historia mestiza que tiende puentes musicales hacia una soleada California y con un cálido imaginario que mucho debe a Ennio Morricone y a Brassens. En Tugores manda la guitarra acústica. Y el lirismo de melodías de inspiración napolitana o árabe se apoya más que antes en la parte rítmica. Tanto si la música optimista del grupo se desliza hacia la bossa nova como si se aflamenca con las rumbas. Tocaron Gran desig, Canvi de batec o Demana'm demà, piezas de Jantar com inspiraçao, título en portugués de su tercer disco, editado el año pasado. Según comentó Tugores, el compacto vuelve a estar en circulación y con él intentan recrear la magia de los momentos cotidianos. Música instrumental, aunque con estructura de canción y referencias cinematográficas, de fácil digestión.

Joan Bibiloni y Tugores

Jaume Tugores (guitarra), Ferrán Badal (flauta), Adrià Faura (bajo) y Pep Mula (batería). Joan Bibiloni (guitarra y voz), Tolo Servera (guitarra), Joaquín Cerdán (acordeón), Toni Cuenca (contrabajo) y Miquel Figuerola (batería). Sala Guirau. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 26 de abril.

Más guitarras acústicas -en su caso acompañada de palabras- y más sonidos de una Mallorca abierta a los cuatro vientos llegaron de la mano de Joan Bibiloni, instrumentista y productor que se ha ganado con su trabajo de los últimos 20 años el respeto del mundillo musical. El manacorí se trajo a unos cuantos poetas de la ínsula a los que él mismo se ha encargado de musicar: mosén Alcover, Guillem Sansó, Guillem d'Efak... Están todos en su último disco, Mà en es cor -juego de palabras entre el nombre de su ciudad natal y la imagen de una mano en el corazón-, un compacto doble del hombre que publicó hace unos lustros Joana Lluna o Silencio roto, y al que han acompañado para esta grabación amigos como la cantante Concha Buika. Bibiloni cantó con sus limitaciones -ya lo había avisado de antemano al auditorio-, pero alguien tenía que hacerlo. Su concierto no pasó de discreto aunque qué elegante queda la bossa nova mallorquina con un toque de acordeón y qué bien se dejan oír los valses con aires de Luisiana.

Lo que se dice folk no lo fue mucho la primera noche de este ciclo que ha programado hasta el domingo actuaciones del Nuevo Mester de Juglaría, la Bruja Gata y Los Sabandeños.

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