Oasis universitario

Otra vez la vieja y querida Escuela de Caminos de la Complu volvió, más de treinta años después, a reverdecer los bien ganados laureles por haber dado en su época cobijo a manifestaciones culturales que no eran las oficiales. Una exposición con carteles, flyers, fanzines, revistas, etcétera, de lo que supuso este pequeño oasis universitario, en el que la imaginación hizo sitio a la creación, y dos conciertos para rememorar los momentos en los que dos generaciones distintas (la de los cantautores y la de la movida) impulsaron nuevas ideas fueron el mejor homenaje.

En el seg...

Otra vez la vieja y querida Escuela de Caminos de la Complu volvió, más de treinta años después, a reverdecer los bien ganados laureles por haber dado en su época cobijo a manifestaciones culturales que no eran las oficiales. Una exposición con carteles, flyers, fanzines, revistas, etcétera, de lo que supuso este pequeño oasis universitario, en el que la imaginación hizo sitio a la creación, y dos conciertos para rememorar los momentos en los que dos generaciones distintas (la de los cantautores y la de la movida) impulsaron nuevas ideas fueron el mejor homenaje.

En el segundo día de conciertos se hizo realidad un viejo sueño por parte de quienes organizaron entonces los conciertos que se celebraban en Caminos: traer en solitario al ex nacha pop Antonio Vega. Teloneándole otro viejo compañero de fatigas: el ex mamá José María Granados. Después de ambos, una banda compuesta por ex componentes de Mamá, Estación Victoria y Los Modelos, terminando con la presencia siempre notable de Fernando Márquez, El Zurdo.

Granados, que sigue en activo y con fuerza, abrió una velada en la que pesó, tanto como su repertorio en solitario, que es excelente, la ejecución de viejos temas de Mamá, que a su vez sirvieron de homenaje al fallecido hace algo más de un año Manolo Mené, compositor y guitarrista del combo madrileño. Siempre a gran nivel, Granados demostró que tiene motivos para ser considerado en la actualidad un músico activo y lleno de creatividad. Ligarse a Vicky, Hora punta en el metro y Ya no volverás hicieron de puente con el glorioso pasado. Eses y Ladrona dieron la versión del Granados de 2006 y con Cómo lo ves se homenajeó al Dylan eterno.

Esencias vocales

Antonio Vega, a su vez, salió a escena con una excelente banda que le sirvió de soporte para que se luciera tocando, extraordinariamente bien, la guitarra y para que siguiera destilando esas esencias vocales tan estimadas por su público, siempre fiel y numeroso. Me quedo contigo, El sitio de mi recreo, Una décima de segundo o la eterna Chica de ayer jalonaron su corto set, en el cual fue casi imposible verle alguna vez la cara, de tan encorvado como tocó.

Tras él sonaron con Los Plinton algunos de los mejores temas de los ochenta, como el Estupefaction, de Graham Parker, o What I like about yo, de Romantics. Como fin de fiesta, aparecería Casilda, ex vocalista de Modelos y Estación Victoria, para recordar dos de sus mejores composiciones: Tarde de lluvia en Madrid y Contacto en Saigón. Finalmente, El Zurdo puso su granito de arena con la interpretación, un tanto cacofónica, de Para ti junto a Los Plinton y de otras cuatro canciones en compañía de un guitarrista, un bajista y ritmos pregrabados: Cita en Hawai, La pluma eléctrica y Música moderna.