Eibar, 75 años después

La fuerza gráfica y periodística de esos años

La exposición Los colores de la república que se puede visitar en la Casa de Cultura de Eibar hasta el 23 de abril, reivindica la policromía de un periodo del que sólo queda recuerdo en el blanco y negro de fotografías y periódicos, y en las tintas planas de los carteles. Aunque muchas de las reivindicaciones de aquellos tiempos todavía escandalizan (el amor libre) o han recibido el acta de defunción oficial (el comunismo libertario), el recorrido de esta muestra sorprende por la fuerza gráfica y periodística que acompañaron aquellos años, aunque las costumbres a veces extrañen.

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La exposición Los colores de la república que se puede visitar en la Casa de Cultura de Eibar hasta el 23 de abril, reivindica la policromía de un periodo del que sólo queda recuerdo en el blanco y negro de fotografías y periódicos, y en las tintas planas de los carteles. Aunque muchas de las reivindicaciones de aquellos tiempos todavía escandalizan (el amor libre) o han recibido el acta de defunción oficial (el comunismo libertario), el recorrido de esta muestra sorprende por la fuerza gráfica y periodística que acompañaron aquellos años, aunque las costumbres a veces extrañen.

No hay que olvidar que los periódicos eran el principal medio de comunicación. La Voz de Guipúzcoa recordaba el 15 de abril de 1932 el aniversario de la proclamación en Eibar con la celebración de una carrera ciclista a la que dieron salida el grupo de cabezudos de la ciudad, arropados por toda la población.

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También se recoge en la muestra la visita del presidente Alcalá Zamora, que paseó rodeado del vecindario, del brazo de algunas de las jóvenes de la localidad, para terminar en el balcón del Ayuntamiento, donde Gloria Lizundia, con guantes blancos, traje de gasa y collar de cuentas, le regaló el mejor obsequio que podía ofrecer la ciudad armera: una pistola Star grabada en oro sobre acero.

Son algunos de los momentos más felices de aquellos años, pero la exposición también recoge las campañas de propaganda en defensa de la República: carteles de Esquerra Republicana impresos en tiempos de paz, pero también del Partido Socialista o las Juventudes Libertarias llamando a la movilización contra el alzamiento, en plena contienda. Todos, anónimos, pero cuya contundencia expresiva revela que fueron realizados por grafistas que habían bebido en las corrientes artísticas de la vanguardia europea.

Y no falta el pequeño homenaje al dibujante local Luis Marcano, encarcelado tras los disturbios de 1934, y que remitió a la prensa local algunos apuntes desde el presidio, en homenaje a los vecinos del pueblo encarcelados por el gobierno de derechas, conocido como el "bienio negro".

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