Bruselas denuncia "enormes ganancias" de la banca por abusos en las tarjetas

La comisaria Kroes propone un sistema europeo para acabar con la fragmentación del mercado

"Estoy harta de que los participantes en el mercado no se comporten como deberían, los consumidores están pagando demasiado, y esta situación debe acabar". La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, arremetió ayer con severidad contra la banca por los "enormes" beneficios que obtienen con la gestión de las tarjetas de pago (crédito y débito) en el mercado europeo. La comisaria considera que Visa y MasterCard "abusan" de la fragmentación del mercado, cuyos principales perjudicados son los consumidores y las pequeñas y medianas empresas y abogó por la creación de un sistema de pagos europeo.
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"Estoy harta de que los participantes en el mercado no se comporten como deberían, los consumidores están pagando demasiado, y esta situación debe acabar". La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, arremetió ayer con severidad contra la banca por los "enormes" beneficios que obtienen con la gestión de las tarjetas de pago (crédito y débito) en el mercado europeo. La comisaria considera que Visa y MasterCard "abusan" de la fragmentación del mercado, cuyos principales perjudicados son los consumidores y las pequeñas y medianas empresas y abogó por la creación de un sistema de pagos europeo.

Neelie Kroes presentó ayer las conclusiones de un informe preliminar que revela cómo "la banca se aprovecha" de la falta de competencia del mercado de tarjetas de crédito y débito en la Unión Europea. "En la situación actual", señaló, "los bancos fijan unas comisiones, del 2,5% de media, que actúan como un impuesto sobre las ventas que encarece los precios".

Según el estudio, si existiera un sistema de medios de pagos transfronterizo tan eficiente como los nacionales, los usuarios de tarjetas se ahorrarían entre 50.000 y 100.000 millones de euros. Según la comisaria de Competencia, un usuario particular puede perder varios cientos de euros anuales por los abusos de los bancos y los emisores de tarjetas.

La Comisión ha concedido un plazo de 10 semanas (hasta el 21 de junio) para que los bancos, las empresas de tarjetas y demás afectados presenten propuestas o alternativas para corregir esta situación. Bruselas, a diferencia de otras situaciones, ha optado por la vía negociadora. Prefiere conocer las propuestas del sector antes de abrir investigaciones o procedimientos individuales. En el supuesto de que no aparezcan soluciones que permitan la apertura del mercado, Kroes adoptará las medidas necesarias, sin excluir modificaciones legales.

La industria de tarjetas de pago ha adquirido un papel cada vez más relevante en el sector bancario y los servicios financieros. En 2004, se efectuaron 23.000 millones de pagos en la Unión Europea por un valor de 1,35 billones de euros. En el Reino Unido, los préstamos concedidos a través de tarjetas de crédito representan el 65% del total de créditos al consumo.

El estudio de los servicios de la Comisión revela la falta de funcionamiento de un auténtico mercado de tarjetas de crédito por la "integración vertical de los sistemas de pagos, lo que impide la incorporación de nuevos entrantes, especialmente no-bancos". En algunos países, los vendedores de terminales tienen que competir con las grandes empresas sólidamente establecidas, que no sólo poseen el sistema doméstico de tarjetas de pago, sino que proporcionan los servicios técnicos y financieros. Según el informe, "los sistemas de España y Portugal están altamente integrados", lo que revela la existencia de importantes barreras que dificultan la competencia.

La comisaria puso a Alemania y Holanda como ejemplo de países con mercados abiertos y liberalizados. Aunque intentó evitar la identificación de Estados con más problemas, señaló la existencia de situaciones de monopolio por el predominio de Visa y MasterCard en cinco países (Portugal, Austria, Italia, Finlandia y Bélgica).

Trato discriminatorio

Una de las mayores preocupaciones de Competencia es el trato discriminatorio que sufren las pequeñas y medianas empresas respecto a las grandes. En las operaciones internacionales, las pymes pagan hasta un 70% más de comisiones por Visa y MasterCard que las que pagan las grandes empresas, mientras que en los mercados nacionales estas diferencias son tan sólo del 7%.

Las diferencias en las comisiones y en el coste por uso de las tarjetas son de naturaleza muy diversa. Así, los comerciantes de Hungría, Portugal y la República Checa pagan unas comisiones que van del 2,5% al 3,1% por el valor total de la transacción en tarjetas MasterCard o Visa. Se trata de un porcentaje tres o cuatro veces más elevado que el que pagan en Suecia o Finlandia.

En general las diferencias en las comisiones pagadas por los comerciantes son de hasta el 500% en el caso de Visa y del 650% en MasterCard. También existen diferencias arbitrarias según los sectores. Las floristerías, restaurantes y agencias de alquiler de coches pagan el doble de comisiones que las estaciones de servicio de carburantes o el comercio de mayoristas.

Neelie Kroes.

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