JUAN ANTONIO ROCA | Empresario y asesor municipal | Corrupción en Marbella

El gran urdidor de Jesús Gil

Si hay un claro nexo entre Marisol Yagüe y Jesús Gil, ése es Juan Antonio Roca, uno de los hombres de estrecha confianza del fundador del Grupo Independiente Liberal (GIL), que desde 1992 fue gerente de la sociedad municipal Planeamientos 2000, al frente de la cual diseñó toda la política urbanística de Marbella.

Roca, ingeniero de minas nacido en Mazarrón (Murcia), llegó a Marbella en 1986. Hasta que Gil lo fichó, fue gerente de diversas empresas, algunas de las cuales acabaron en quiebra fraudulenta. Ya al frente del Urbanismo de Marbella, elaboró el Plan General de Ordenación Urbana ...

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Si hay un claro nexo entre Marisol Yagüe y Jesús Gil, ése es Juan Antonio Roca, uno de los hombres de estrecha confianza del fundador del Grupo Independiente Liberal (GIL), que desde 1992 fue gerente de la sociedad municipal Planeamientos 2000, al frente de la cual diseñó toda la política urbanística de Marbella.

Roca, ingeniero de minas nacido en Mazarrón (Murcia), llegó a Marbella en 1986. Hasta que Gil lo fichó, fue gerente de diversas empresas, algunas de las cuales acabaron en quiebra fraudulenta. Ya al frente del Urbanismo de Marbella, elaboró el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que en 1998 presentó Gil y fue rechazado por la Junta de Andalucía porque, entre otros extremos, pretendía recalificar 11 millones de metros cuadrados de suelo forestal e incluía 600 convenios urbanísticos firmados previamente. Roca pasa por ser el gran urdidor del siempre bajo sospecha entramado urbanístico de Marbella, pero desde la sombra, sin dar entrevistas ni salir en las fotos.

En la sombra participó en 2003 en las negociaciones entre el GIL, el Partido Andalucista y la entonces portavoz del PSOE, Isabel García Marcos, para la moción de censura que desbancó a Julián Muñoz y aupó a la alcaldía a Marisol Yagüe. Dos días antes de la moción, Julián Muñoz le había destituido como gerente de Urbanismo y había decidido aceptar las recomendaciones de la Junta de iniciar desde el principio la redacción de un nuevo PGOU acorde con la legislación autonómica.

La promesa de García Marcos y del entonces portavoz andalucista, Carlos Fernández, de que no volverían a contar con Roca para nada se esfumó con el paso de los días. Roca fue nombrado por la alcaldesa asesor de Urbanismo, es decir, le quitó el cargo gerencial, pero le permitió que siguiera manejando las cosas.

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