Cuando nació la segunda enseñanza

Uno en cada provincia, los primeros institutos de educación secundaria (segunda enseñanza) fueron naciendo, muchos de ellos, sobre escuelas o seminarios mucho más antiguos, entre 1836 y 1857. En ese último año se promulgó la ley Moyano, que sentó las bases administrativas de estos centros de educación, explica Julio Ruiz, presidente de la Sociedad para el Estudio del Patrimonio Histórico Educativo. A partir de ese momento, la propia vida del instituto fue generando historia, documental y material, que se iba alimentando no sólo de las provisiones del Estado, sino también de las aportaciones de...

Uno en cada provincia, los primeros institutos de educación secundaria (segunda enseñanza) fueron naciendo, muchos de ellos, sobre escuelas o seminarios mucho más antiguos, entre 1836 y 1857. En ese último año se promulgó la ley Moyano, que sentó las bases administrativas de estos centros de educación, explica Julio Ruiz, presidente de la Sociedad para el Estudio del Patrimonio Histórico Educativo. A partir de ese momento, la propia vida del instituto fue generando historia, documental y material, que se iba alimentando no sólo de las provisiones del Estado, sino también de las aportaciones de alumnos, profesores, padres y ex alumnos. Al instituto de Logroño, por ejemplo, los "indianos donaron gran cantidad de libros y objetos", dice Pedro Benito, actual director del centro, hoy llamado Mateo Sagasta.

Hoy día quedan "entre 50 y 60 institutos históricos en España", explica Julio Ruiz. Sólo en Andalucía, continúan funcionando nueve institutos de aquella época, uno en cada capital de provincia y otro en Cabra (Córdoba). Esta lista la ha recopilado María José García del Real en un trabajo para la Junta de Andalucía que empezó en 2000 y que estaba previsto que terminase en 2001. El resultado, un inventario completo de 1.760 instrumentos científicos repartidos entre aquellos centros y otros cinco de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. El informe se publicará en los próximos meses.

En Madrid se encuentran el Cardenal Cisneros, Cervantes, San Isidro, Isabel la Católica o Ramiro de Maeztu (los dos últimos, más modernos). El Balmes de Barcelona, Zurbarán, de Badajoz, Ibáñez Martín, de Teruel... La lista es larga. Pero la historia de la educación también está conservada en los colegios privados, básicamente religiosos, que han perdurado hasta hoy. Estos bienes, sin embargo, son más "inaccesibles" para los investigadores, se queja el profesor de Biología de la Complutense, Alfredo Baratas, que forma parte de un proyecto de recuperación del patrimonio en varios institutos históricos de Madrid.