Rajoy sostiene que el Estatuto catalán abre la puerta al aborto libre

El líder del PP reclama el apoyo de CiU para retirar el capítulo de deberes y derechos

Rodeado por decenas de simpatizantes del movimiento antiabortista y dirigentes de asociaciones próximas a movimientos católicos conservadores, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, aseguró ayer en Barcelona que el Estatuto catalán deja "una puerta abierta al aborto libre" y añadió que "lo mismo puede decirse con la eutanasia". Rajoy, que se declaró liberal y defensor del "humanismo cristiano", aseguró el texto deja la libertad de enseñanza "muy debilitada".

La de ayer era la primera visita de Mariano Rajoy a Barcelona desde que en enero asegurara, también en la capital catalana, ...

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Rodeado por decenas de simpatizantes del movimiento antiabortista y dirigentes de asociaciones próximas a movimientos católicos conservadores, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, aseguró ayer en Barcelona que el Estatuto catalán deja "una puerta abierta al aborto libre" y añadió que "lo mismo puede decirse con la eutanasia". Rajoy, que se declaró liberal y defensor del "humanismo cristiano", aseguró el texto deja la libertad de enseñanza "muy debilitada".

La de ayer era la primera visita de Mariano Rajoy a Barcelona desde que en enero asegurara, también en la capital catalana, que el castellano está perseguido en Cataluña como el catalán lo estuvo con Franco. Y su tono, ayer, no varió mucho del de aquella ocasión. Invitado por una decena de entidades defensoras de la familia tradicional, contrarias al derecho al aborto y en algunos casos dentro de la órbita de los grupos integristas católicos, Rajoy no dudó en lanzar a su auditorio el discurso más punzante posible hacia el título de deberes y derechos que incluye el Estatuto. En algunos puntos como en los referidos a la familia y al aborto, Rajoy siguió a rajatabla la tesis defendida por la FAES a finales del año pasado.

Rajoy afirmó que la "literalidad" de los artículos de la propuesta estatutaria como el 29 o el 20 ("todos tienen derecho a vivir con dignidad el proceso de su muerte") en ningún caso "engaña". "Sobre todo si acompañamos su lectura con la decisión del comité asesor del Gobierno de la Generalitat de abogar por la despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido, impulsando la fijación de los protocolos médicos al respecto", enfatizó.

El presidente del PP obvió en su discurso que los primeros pasos para garantizar el derecho a la muerte digna de los catalanes los dio el anterior Ejecutivo de Convergència i Unió, del que el Partido Popular fue socio parlamentario hasta finales de 2003. Ahora, sin embargo, "el futuro de la sociedad catalana está en juego si prosperan algunos de estos derechos y valores", dijo un Rajoy que no se cansó de saludar a un público enfervorizado que lo aclamaba al son de "¡presidente! ¡presidente!".

Suerte distinta corrió el dirigente de Unió Democrática de Cataluña, el democristiano Manuel Silva, que, pese a simpatizar con una parte de las asociaciones asistentes, fue abucheado por un sector del público. Y es que Unió Democràtica, pese a haber logrado rebajar algunos de los artículos del capítulo de Deberes y Derechos, acabó por aceptarlo en su totalidad por considerar que el Estatuto no abría la vía a ningún derecho que no estuviera ya legislado. De hecho, el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran, negó tajantemente en su día que el Estatuto fuera ninguna vía directa hacia el reconocimiento del derecho al aborto libre.

La "dilución" de la familia

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Según defendió ayer Rajoy, además de cuestiones como la vida o la muerte, el nuevo Estatuto pretende revisar conceptos como el de la familia tradicional, porque sus autores no han tenido en cuenta su "función básica" en la sociedad. "Desaparece incluso el concepto del matrimonio", exclamó. "¿La dilución del modelo mayoritariamente vigente de familia en distintos tipos de modalidades y convivencia es lo que quiere la sociedad catalana para su futuro?", se preguntó.

Por todos estos motivos el presidente del PP reclamó a la cúpula de CiU que "dé un paso al frente" y se una al PP para lograr eliminar el Título de Derechos y Deberes del Estatuto en el trámite del Senado, donde tienen votos suficientes para su retirada. Rajoy se manifestó "absolutamente dispuesto" a pactar con CiU en este sentido y volver al Estatut de 1932 y 1979 en esta materia.

Por su parte, el presidente del PP de Catalunya, Josep Piqué, calificó de "bodrio" el Estatuto y aseguró que es un texto "delirante" en términos "políticos sociales y éticos".

Mariano Rajoy, entre Daniel Arasa, presidente del Grupo de Entidades Catalanas de la Familia (izquierda), y Josep Piqué, presidente del PP catalán, durante la conferencia de ayer en Barcelona.MARCEL·LÍ SÁENZ

A vueltas con la lengua

La política lingüística de la Generalitat no se escapó de las críticas del dirigente del Partido Popular, Mariano Rajoy, quien en numerosas ocasiones ha denunciado la supuesta marginación del castellano en Cataluña.

Rajoy insistió en recriminar la "voluntad intervencionista" de la reforma del Estatuto catalán que, en su opinión, también se hace patente en el ámbito lingüístico. El líder popular advirtió de que el modelo lingüístico que propone el Estatuto margina al castellano en al ámbito educativo.

En este sentido, Rajoy criticó que "una ley de máximo rango", como es el Estatuto, "no haga posible una educación bilingüe" en la que "ambas lenguas oficiales convivan como lenguas vehiculares".

El "intervencionismo" en la sociedad que recrimina Rajoy no sólo afecta a la vida pública, sino también al ámbito de lo privado: "La reglamentación lingüística de las relaciones privadas puede hacer mucho daño al futuro de la sociedad catalana".

El líder popular subrayó que "las obligaciones lingüísticas que se imponen a las empresas en Cataluña no existen en ningún otro lugar".

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