Hambre de urgencias

La huelga de hambre que José Francisco Gómez Ávila, alcalde de Rociana del Condado (Huelva), y Wenceslao Muñoz, teniente de alcalde, emprendieron hace dos días, es el último acto de un drama que dura casi un mes. Los dos ediles del PA, acampados junto a la Delegación de Salud en Huelva, piden la creación de un centro de urgencias de 24 horas en su pueblo. El alcalde tuvo que ser atendido ayer en dos ocasiones por los servicios sanitarios debido a problemas de tensión. Gómez Ávila es diabético. "Si su salud empeora tendremos que terminar la huelga y emprender, a partir de mañana, nuevas moviliz...

La huelga de hambre que José Francisco Gómez Ávila, alcalde de Rociana del Condado (Huelva), y Wenceslao Muñoz, teniente de alcalde, emprendieron hace dos días, es el último acto de un drama que dura casi un mes. Los dos ediles del PA, acampados junto a la Delegación de Salud en Huelva, piden la creación de un centro de urgencias de 24 horas en su pueblo. El alcalde tuvo que ser atendido ayer en dos ocasiones por los servicios sanitarios debido a problemas de tensión. Gómez Ávila es diabético. "Si su salud empeora tendremos que terminar la huelga y emprender, a partir de mañana, nuevas movilizaciones. No hay que hacer de nadie un mártir", apuntaba ayer Wenceslao Muñoz. La Plataforma Pro Urgencias del pueblo, tenía previsto reunirse anoche para discutir este punto.

Rociana cuenta con un centro del Servicio Andaluz de Salud, con urgencias de 8.00 a 20.00. Pero fuera de esas horas, los usuarios tienen que desplazarse al punto de referencia, situado en Bonares, a ocho kilómetros (unos 10 minutos de distancia por carretera).

Un rápido paseo por Rociana sirve para oír un solo argumento. "Lo que pedimos es justo. Queremos un centro de urgencias. No queremos ir a Bonares. ¿Y si un día pasa alguna desgracia? En el tiempo en que se tarda en ir se puede morir una persona", comenta Antonio Hernández, de 71 años. Antonio espera su turno para entrar en consulta del centro de salud, junto a su mujer. El alcalde de Rociana no recuerda que se haya producido ninguna "desgracia mayor" por la falta de un centro de urgencias, pero destaca la "incomodidad" que sufren los vecinos.

En el mapa sanitario de Huelva, diseñado en 1988, se estipuló que todos los municipios con más de 10.000 habitantes tendrían un centro de urgencias. Rociana tiene censados 7.000 vecinos. Una cifra que su alcalde aumenta hasta los 10.000 durante cinco meses, debido a la mano de obra extranjera que viaja hasta allí para trabajar en las explotaciones freseras.

"Pero en el censo no constan esos 10.000 vecinos", explica el delegado de Salud en Huelva, José Ramón Pozuelo. Otra alegación del Ayuntamiento de Rociana es que varios municipios onubenses, inferiores a 10.000 vecinos cuentan con un centro como el que reclaman. "Las urgencias se dispusieron en esos puntos como parte de la red asistencial. Era para aquellos municipios alejados de las urgencias. Así, ningún municipio está a una distancia mayor de 20 minutos de un centro de este tipo", comenta Pozuelo al respecto. Para evitar el desplazamiento a Bonares, el consistorio de Rociana contrató a una empresa privada que prestase atención médica de 20.00 a 8 y que supone un gasto de 120.000 euros al año.

"Lo único que esperamos es un gesto por parte del delegado. Sabemos que nuestras peticiones no nos las pueden dar de un día para otro, pero queremos un calendario de reuniones para sentarnos a hablar", explicaba ayer Wenceslao Muñoz.

El delegado del Gobierno andaluz en Huelva, Justo Mañas, aseguró ayer que el SAS garantiza el servicio de urgencias a los vecinos de Rociana, como "lo hace a todos los andaluces", por lo que criticó la actitud de "crispación" que mantiene su alcalde.