Crítica:FERIA DE FALLAS

César Jiménez se hace el amo

César Jiménez se los merendó, creo que hasta con fruición. Bueno, para ser justos, a Rincón lo borró del mapa y a Morante se lo comió. Así como suena. Jiménez fue, ante todo, un ejemplo para tanto conformismo y mediocridad que camina a sus anchas por el escalafón. Jiménez fue un ejemplo de actitud, de amor propio, de buen toreo, de vergüenza, de saber estar..., de cómo querer ser figura del toreo y no palidecer en el intento.

Para César Jiménez fueron dos de los tres superiores toros de Las Ramblas que saltaron al ruedo. Más completo y alegre el tercero, aunque el sexto se empleara más ...

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César Jiménez se los merendó, creo que hasta con fruición. Bueno, para ser justos, a Rincón lo borró del mapa y a Morante se lo comió. Así como suena. Jiménez fue, ante todo, un ejemplo para tanto conformismo y mediocridad que camina a sus anchas por el escalafón. Jiménez fue un ejemplo de actitud, de amor propio, de buen toreo, de vergüenza, de saber estar..., de cómo querer ser figura del toreo y no palidecer en el intento.

Para César Jiménez fueron dos de los tres superiores toros de Las Ramblas que saltaron al ruedo. Más completo y alegre el tercero, aunque el sexto se empleara más en varas. En aquél, una comunión entre ambos. El primer saludo con la muleta fue un intento de rodillas, en el platillo, del que salió atropellado. No entregó las armas. Volvió al mismo sitio y repitió trance. En esta ocasión, con gran limpieza y temple, le pegó cuatro muletazos que encendieron la tarde. Clamor. Al buen toro de Las Ramblas le dio distancia, lo dejó reposar, reponerse entre serie y serie. La faena, bien medida y meditada, pausándola cuando era necesario, no tuvo altibajos. Un tuya y mía entre toro y torero. Una relación fiel y sincera. El toro ponía la alegría de su bravura; Jiménez la administraba. Con la mano izquierda algo más forzado, pero siempre impuesto. Una labor fresca, además, que tuvo en un improvisado molinete la guinda imaginativa.

Ramblas / Rincón, Morante, Jiménez

Toros de Las Ramblas. Correctos de presentación. 3º, 5º y 6º, excelentes. Al último se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre. César Rincón: pinchazo, media -aviso- y dos descabellos (bronca); entera tendida -primer aviso-, dos descabellos -segundo aviso- (silencio). Morante de la Puebla: media trasera y dos descabellos (pitos); casi entera perdiendo la muleta (oreja). César Jiménez: pinchazo y estocada perdiendo la muleta (oreja); casi entera (dos orejas). Plaza de Valencia, 17 de marzo de 2006. 8ª de feria. Lleno.

El sexto, el más toro de una corrida muy correcta, fue el que mejor se empleó en el caballo. Plantados toro y torero en el centro del ruedo, la faena creció sin altibajos. Justa en muletazos. Ni faltaron ni sobraron. En ésta, la mano izquierda fue manejada con mando y seguridad. Con la derecha, la muleta a cámara lenta y el cuerpo abandonado. De vuelta a la mano izquierda, con la pierna contraria adelantada, una serie final que tuvo un sonoro y visible plus de valor. Un triunfo incontestable.

Por cierto, Jiménez no perdonó un quite en toda la tarde. Incluso ocupó el turno de Morante, inhibido, en los toros de Rincón. Un capote variado y alegre, desterrando las socorridas y ya cansinas chicuelinas.

Morante le cortó una oreja al quinto por un trabajo a golpes de estética. De chispazos a punto de genialidad. De inspiración a medias. Pero suelta. De retales. También de personal aguante. Muy apoyada desde el tendido. Con el segundo, al que toreó muy bien con la capa, la musa de turno le dio plantón. Morante, desengañado, abandonó la cita y optó por la brevedad.

Rincón no se confió en el primero y se esforzó en el cuarto. En aquél fue superado por la raza del de Las Ramblas, en éste quiso y no pudo.

Novillada matinal

En la novillada matinal cortó una oreja David Esteve, tras una faena en la que llevó muy bien toreado al segundo novillo de Guadalmena. Una faena que no bajó de nivel, de marcada calidad. En el quinto mostró su cara más valiente. Se llevó una fuerte voltereta, pero no se entregó. Fue ovacionado. Julio Benítez, con muchas carencias técnicas, fue silenciado en sus dos novillos. Ángel Teruel, que debutaba con caballos, mostró un clásico concepto del toreo. Algo frío en el tercero, mejoró mucho en el sexto y cuajó buenos muletazos con la derecha.

La novillada de Guadalmena, justa de presentación, resultó manejable aunque de poca fuerza. El mejor fue el segundo.

César Jiménez torea en redondo al tercero de la tarde.JORDI VICENT
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