El muelle de pescadores de Barcelona cederá espacio a la ciudad

La reforma de la lonja supone una inversión de 5 millones de euros

Las capturas de la flota pesquera de Barcelona han caído el 33% y en los últimos 17 años el número de pescadores ha pasado de 797 a 435. Mientras, las instalaciones de la lonja del muelle de pescadores de Barcelona se han ido deteriorando. Ahora la Autoridad Portuaria propone reformar aquel espacio y abrir buena parte del actual muelle de pescadores y el del Rellotge a usos urbanos: más turismo y menos pesca.

Era la única pieza del puerto pendiente de reforma y todo parece indicar que la experimentará como el resto-el Port Vell, Maremàgnum y la proyectada explotación hotelera de la nuev...

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Las capturas de la flota pesquera de Barcelona han caído el 33% y en los últimos 17 años el número de pescadores ha pasado de 797 a 435. Mientras, las instalaciones de la lonja del muelle de pescadores de Barcelona se han ido deteriorando. Ahora la Autoridad Portuaria propone reformar aquel espacio y abrir buena parte del actual muelle de pescadores y el del Rellotge a usos urbanos: más turismo y menos pesca.

Era la única pieza del puerto pendiente de reforma y todo parece indicar que la experimentará como el resto-el Port Vell, Maremàgnum y la proyectada explotación hotelera de la nueva bocana-, con la mirada puesta en el turismo y en el ocio. Ése es el planteamiento que ayer expuso el presidente de la Autoridad Portuaria, Joaquim Coello, y que ahora tendrá que discutirse con los propios pesacadores y el Ayuntamiento de Barcelona. En síntesis, supone la pérdida de espacio para usos pesqueros. Las barcas de la flota se concentrarán en el muelle de Baleares y la dársena de la Indústria, y desocuparán el muelle de pescadores y el del Rellotge. Estos dos últimos pasarán a usos "ciudadanos, deportivos y de ocio". No se descartan, por ejemplo, amarres de embarcaciones deportivas o que hagan recorridos turísticos por el puerto, con el propósito de que una parte de sus ingresos revierta en el mantenimiento y los gastos de la nueva lonja pesquera.

La propuesta supone derribar las actuales construcciones de la lonja y el edificio donde se fabricaba el hielo. La lonja se situaría en los bajos de una construcción nueva y en dos plantas superiores se ubicarían las oficinas, un bar y un restaurante de 600 metros. La lonja prevé una distribución de espacios en función de la clase de captura y no se descarta que una parte esté abierta al público. El actual almacén donde se guardan redes y aparejos se reformará.

Las inversiones que requiere esa reforma ascienden a unos cinco millones de euros, de los cuales tres serían asumidos por la Autoridad Portuaria, medio millón por la Cofradía de Pescadores y los restantes 1,5 millones podrían ser financiados por unos fondos de la Unión Europea para actividades pesqueras. Cerca de un millón de euros se destinarían a la reforma urbanística de los espacios que se abrirían a la ciudad y el resto se emplearía para la financiación de las nuevas instalaciones, como la lonja, la fábrica de hielo, el almacén, una zona de aparcamiento, el bar de los pescadores y el restaurante.

El inicio de las obras dependerá del acuerdo de todas las partes implicadas -la Autoridad Portuaria, la Cofradía de Pesacadores y el Ayuntamiento- y los trabajos durarán un año y medio.

En la presentación del proyecto, el presidente de la Autoridad Portuaria explicó que está negociando el retorno de la compañía Crystal Cruises a la capital catalana, que dejó de hacer escala en el puerto de Barcelona a raíz del bloqueo de un crucero el pasado mes de octubre por una protesta de los pescadores. Coello, que intenta convencer a los responsables de la naviera de que el bloqueo del puerto "no volverá a ocurrir", subrayó que, en caso de que se volviera a producir, el puerto asumiría las correspondientes indemnizaciones.

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