Thom Mayne, el alma de una ciudad sin alma

El Pompidou expone, al mismo tiempo que treinta años de arte y cultura en Los Ángeles, la obra del más prestigioso de los arquitectos y urbanistas, Thom Mayne, premio Pritzker 2005, al frente de su agencia Morphosis, que fundara en 1972 y en la que trabaja junto a otras 40 personas. Mayne es de Los Ángeles, "la gran naranja", una ciudad de la que dice que "si carece de espacios públicos es porque el espíritu de sus ciudadanos no ha manifestado el deseo que debe preceder a su construcción".

La exposición presenta 24 proyectos de Mayne en forma de maqueta, filme, foto o dibujo, y nos perm...

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El Pompidou expone, al mismo tiempo que treinta años de arte y cultura en Los Ángeles, la obra del más prestigioso de los arquitectos y urbanistas, Thom Mayne, premio Pritzker 2005, al frente de su agencia Morphosis, que fundara en 1972 y en la que trabaja junto a otras 40 personas. Mayne es de Los Ángeles, "la gran naranja", una ciudad de la que dice que "si carece de espacios públicos es porque el espíritu de sus ciudadanos no ha manifestado el deseo que debe preceder a su construcción".

La exposición presenta 24 proyectos de Mayne en forma de maqueta, filme, foto o dibujo, y nos permite andar entre ellos pues la escenografía consiste en colocar todo el material debajo de una plataforma de cristal de 250 metros cuadrados. Ahí está el célebre instituto de Pomona, pero también esos primeros encargos que le llegaron de Austria. "En Europa tienen aún sentido las plazas con cafés y tiendas, pero en Los Ángeles está claro que une más a los ciudadanos contemplar el mismo programa de televisión que vivir en el mismo rellano. Los medios de comunicación son más fuertes que la geografía".

De Los Ángeles se dice que es una ciudad sin alma, pero Mayne se pregunta "si las ciudades necesitan de un alma para vivir". En Madrid, donde construye un grupo de viviendas sociales en el barrio de Carabanchel, sin duda ha encontrado una de las ciudades europeas más dispuestas a americanizarse.

Pasear por los proyectos

Queda dicho que la escenografía de la exposición permite andar, pasear, por el conjunto de proyectos de Mayne, de la Universidad de Cincinatti al Ayuntamiento de San Francisco, del centro cultural de Graz a las instalaciones deportivas en México. Es una presentación acorde con la filosofía de interconectividad que defiende el arquitecto, de conexiones culturales en las que interviene el azar, en la que no hay un orden a seguir sino una posibilidad de hallar una hilazón que convenga a cada visitante. De vez en cuando, salpicando el recorrido, una pantalla muestra a Mayne discurriendo en voz alta, sin cesar de moverse, atravesando también la ciudad, hablando en general sobre su trabajo al tiempo que comenta lo que vemos desde la ventanilla del auto.

Mayne ha tenido dos grandes proyectos no realizados en la ciudad opuesta a Los Ángeles: Nueva York. Los dos son muy bellos. El primero es la reconstrucción del espacio dejado vacío por el hundimiento de las Torres Gemelas. Mayne proponía una serie de "rascacielos tendidos, horizontales y una gran torre virtual, una suerte de Torre Eiffel que fuera el nuevo símbolo de la ciudad". El segundo era la ciudad olímpica, pero para eso Nueva York hubiera debido ganar un concurso que se llevó Londres antes de que se descubriera que los británicos no habían sido capaces de acabar a tiempo el nuevo Wembley. Es un dato que sin duda hubiera modificado el resultado de la competición.

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