Crítica:FLAMENCO | 'El eterno retorno'

El baile, infinito

Un espectáculo con Nietzsche como inspiración. Una puerta giratoria como metáfora del eterno retorno y un tratamiento minimalista que gira en torno al tiempo infinito y que nos devuelve bailes y más bailes que parecen sucederse, así, infinitamente; aunque, en este permanente regreso, vaya cobrando múltiples formas, casi todas ellas flamencas.

La joven bailaora Rocío Molina asume el reto de sostener ella sola la idea sin dejar de bailar en casi toda la función. Sus interpretaciones no pretenden ningún engaño, los estilos son reconocibles, además de por sus rasgos, por un cante de atrás q...

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Un espectáculo con Nietzsche como inspiración. Una puerta giratoria como metáfora del eterno retorno y un tratamiento minimalista que gira en torno al tiempo infinito y que nos devuelve bailes y más bailes que parecen sucederse, así, infinitamente; aunque, en este permanente regreso, vaya cobrando múltiples formas, casi todas ellas flamencas.

La joven bailaora Rocío Molina asume el reto de sostener ella sola la idea sin dejar de bailar en casi toda la función. Sus interpretaciones no pretenden ningún engaño, los estilos son reconocibles, además de por sus rasgos, por un cante de atrás que funciona como un reloj y que, en su conjunto, ofreció casi una antología de estilos. La hermosa copla de Pasión Vega fue el pretexto para la danza, un delicado y grácil paso a dos entre Rocío y la invitada Teresa Nieto. Tras él, los de atrás pasaron adelante para ofrecer un colorista cuadro final.

X Festival de Jerez

Rocío Molina. Idea Original y música: Juan Carlos Romero. Dirección: Pepa Gamboa. Artistas invitados: Teresa Nieto y Manuel Monteagudo. Colaboración especial: Pasión Vega. Teatro Villamarta. Jerez, 28 de febrero

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