Columna

Referéndum trampa

Rajoy ya no sabe qué inventar para marear la perdiz y atacar al presidente del Gobierno. En este desasosiego vive desde que perdió las elecciones. Ahora, con motivo de la reforma del Estatuto catalán, se ha sacado de la manga convocar un referéndum. Quiere el presidente del PP que los españoles "puedan tener voz" en el proceso de reforma que se tramita en el Congreso. Y para eso, quiere presentar una proposición no de ley instando al presidente Zapatero a que convoque un referéndum para que los españoles contesten a la siguiente pregunta: "Si quieren que España siga siendo una única Nación en ...

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Rajoy ya no sabe qué inventar para marear la perdiz y atacar al presidente del Gobierno. En este desasosiego vive desde que perdió las elecciones. Ahora, con motivo de la reforma del Estatuto catalán, se ha sacado de la manga convocar un referéndum. Quiere el presidente del PP que los españoles "puedan tener voz" en el proceso de reforma que se tramita en el Congreso. Y para eso, quiere presentar una proposición no de ley instando al presidente Zapatero a que convoque un referéndum para que los españoles contesten a la siguiente pregunta: "Si quieren que España siga siendo una única Nación en la que todos los españoles sean iguales". ¿Y si los españoles contestasen que sí, como desea, sin duda, Rajoy? ¿Querría decir esto que los españoles estarían en contra de la reforma del Estatuto catalán y, por tanto, habría que retirarla? Esta respuesta afirmativa a la pregunta que propone Rajoy, obligaría, no a retirar la reforma del Estatuto sino a reformar la Constitución, suprimiendo el Título VIII de la misma referente a la Organización Territorial del Estado. Porque en este momento los españoles no son iguales. La división del estado en Comunidades Autónomas, y estas, en nacionalidades y regiones, ya supone que los españoles no lo son. Pero es que, entre los ciudadanos pertenecientes a Comunidades con la condición de regiones, no se da esa igualdad. La autonomía de que gozan los diversos gobiernos les permite, en no pocos aspectos, establecer políticas distintas y que sus ciudadanos gocen en unas autonomías de beneficios, servicios y atenciones sociales que no gozan los pertenecientes a otras. La mejor política social de una comunidad puede hacer diferentes a sus ciudadanos de los pertenecientes a otras cuyos gobiernos no apliquen la misma política de atenciones sociales. Igual podría decirse en cuanto a impuestos o infraestructuras. La voz de los ciudadanos ya está en el Congreso de los Diputados representada por los distintos partidos. Entre ellos, el de Rajoy, el PP. Exponga allí sus opiniones y déjese de hacer trampas convocando referendos absurdos.

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