Rusia deja en manos del OIEA el conflicto con Irán

Rusia continúa resistiéndose a que el problema nuclear iraní sea debatido en el Consejo de Seguridad de la ONU y sostiene que hay que esperar a las conclusiones de los profesionales, es decir, del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Así lo manifestó ayer el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en la reunión mantenida en Moscú con su homólogo francés, Philippe Douste-Blazy.

"Por las evaluaciones del OIEA nos guiaremos en la próxima reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores de ese organismo, que se celebrará a principios de febrero, y esperamos que los demá...

Rusia continúa resistiéndose a que el problema nuclear iraní sea debatido en el Consejo de Seguridad de la ONU y sostiene que hay que esperar a las conclusiones de los profesionales, es decir, del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Así lo manifestó ayer el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en la reunión mantenida en Moscú con su homólogo francés, Philippe Douste-Blazy.

"Por las evaluaciones del OIEA nos guiaremos en la próxima reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores de ese organismo, que se celebrará a principios de febrero, y esperamos que los demás países hagan lo mismo", señaló Lavrov. El jefe de la diplomacia rusa subrayó que "lo importante es no resaltar aspectos que despiertan expectación, como son cuándo llegará el problema a la ONU y cuándo el Consejo de Seguridad tomará decisiones". "Lo importante es guiarse por el objetivo primordial, que consiste en hacer todo lo posible para impedir que se viole el régimen de no proliferación" de las armas nucleares, añadió. Recordando que Douste-Blazy es doctor, dijo que había que actuar como en medicina, es decir, "primero determinar qué método es más eficaz: el bisturí o la terapia".

Lavrov se refirió a la colaboración que "una serie de países occidentales" mantuvo en su tiempo con Teherán en la esfera nuclear y opinó que "si ahora el OIEA continúa buscando respuestas a preguntas sobre los casi 20 años de actividades nucleares secretas iraníes, éstas habría que dirigirlas a los Estados occidentales que fueron socios de Irán en ese periodo".

Douste-Blazy recalcó por su parte que se necesita la unidad de la comunidad internacional frente al problema nuclear iraní. Al hablar sobre este tema, "lo importante es recordar tres palabras: firmeza, unidad y rapidez", señaló el ministro de Exteriores francés. Cuando el 2 y 3 de febrero se reúna en Viena la sesión extraordinaria del Consejo de Gobernadores del OIEA, "la comunidad internacional debe, unida, exigir a Irán que suspenda sus actividades [de investigaciones nucleares] y reanude las negociaciones", dijo Douste-Blazy. Rusia es solidaria con la UE en este aspecto y ha declarado que la reanudación de las negociaciones con Irán sólo será posible una vez que Teherán vuelva a la moratoria de sus trabajos relativos al enriquecimiento de uranio.

Rusia se opone a la imposición de sanciones a Irán debido a los intereses económicos que tiene en ese país, donde construye la central nuclear de Bushehr por un valor de más de 800 millones de euros y tiene planes de levantar otras.

[El presidente de Siria, Bachar el Asad, recibió ayer en Damasco al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, al que respaldó en su pretensión de dotarse de tecnología nuclear "para fines pacíficos", informa France Presse. Ambos mandatarios expresaron además su apoyo "al pueblo palestino en su resistencia contra Israel"].