Un estilo "más dialogante y participativo"

El Gobierno de la presidenta electa, Michelle Bachelet, tendrá sólo cuatro años de duración y sin posibilidad de reelección (dos menos que el del actual presidente, Ricardo Lagos) para concretar su programa y cumplir el compromiso que asumió frente a los miles de personas que celebraban su triunfo en la noche del domingo: empezar un renovado estilo de administración, "más dialogante y participativo", con una "nueva política para una nueva ciudadanía".

La reforma constitucional que redujo en dos años el periodo presidencial obligará a la primera mujer presidenta a pisar a fondo el aceler...

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El Gobierno de la presidenta electa, Michelle Bachelet, tendrá sólo cuatro años de duración y sin posibilidad de reelección (dos menos que el del actual presidente, Ricardo Lagos) para concretar su programa y cumplir el compromiso que asumió frente a los miles de personas que celebraban su triunfo en la noche del domingo: empezar un renovado estilo de administración, "más dialogante y participativo", con una "nueva política para una nueva ciudadanía".

La reforma constitucional que redujo en dos años el periodo presidencial obligará a la primera mujer presidenta a pisar a fondo el acelerador con sus primeras medidas para no defraudar las altas expectativas que generó su triunfo sobre el derechista Sebastián Piñera por más de siete puntos. Después de los festejos en todas las ciudades del país, con un desborde de alegría popular en las calles que no se veía desde el triunfo del plebiscito en 1988, con el que los chilenos dijeron no al intento del dictador Augusto Pinochet de perpetuarse en el poder, el equipo de campaña se aplicó de inmediato a las tareas de diseño del próximo Gobierno.

Por la condición de mujer de Bachelet, en su equipo cercano prevén que, a diferencia de otras administraciones, el nuevo Gobierno no tendrá el periodo de gracia inicial que tienen todos. Además, esperan que desde el 11 de marzo, día del traspaso de mando, se la mida con una vara más exigente e implacable que a un varón. Como será la primera gobernante de la Concertación de Partidos por la Democracia (la coalición de socialistas y sus aliados con los democristianos desde 1990, que cuenta con mayoría en ambas cámaras), se espera una mayor celeridad en la aprobación de las leyes que requieren mayoría simple, aunque ello dependerá del orden en las filas internas.

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