Zapatero lamenta que el PP diga a todo 'no' y se autoexcluya del Estatuto catalán

El presidente del Gobierno califica con ironía a Mariano Rajoy de "listo y valiente"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lamentó ayer que el Partido Popular diga a todo que no y se autoexcluya de la reforma de estatutos como el catalán. "Porque esté en la oposición no tiene que decir a todo que no", declaró. Zapatero rechazó el insulto y la descalificación en el debate político porque, según dijo, a él recurren "los partidos y los políticos a los que las cosas les van mal". Para el presidente del Ejecutivo, las reformas estatutarias no son el fin de España, como preconiza el presidente del PP, Mariano Rajoy, sino "el principio de una España mejor".
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lamentó ayer que el Partido Popular diga a todo que no y se autoexcluya de la reforma de estatutos como el catalán. "Porque esté en la oposición no tiene que decir a todo que no", declaró. Zapatero rechazó el insulto y la descalificación en el debate político porque, según dijo, a él recurren "los partidos y los políticos a los que las cosas les van mal". Para el presidente del Ejecutivo, las reformas estatutarias no son el fin de España, como preconiza el presidente del PP, Mariano Rajoy, sino "el principio de una España mejor".

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"Ya sabéis lo que Rajoy piensa de mí", dijo Zapatero en alusión a la catarata de insultos que el líder popular le ha dedicado en los últimos días en diferentes comparecencias públicas. "Yo, sin embargo, pienso que es valiente y listo. Valiente porque no se presentó al debate en las elecciones, y listo porque perdió teniendo mayoría absoluta y creyéndose el mejor", añadió irónicamente.

El presidente, que participó en Valencia en la clausura de la conferencia política organizada por esa federación socialista, pidió, ante más de un millar de delegados e invitados presentes, que no respondan a los insultos con insultos y a las descalificaciones con más descalificaciones. Zapatero abogó por un debate político respetuoso con todos los que representan a los ciudadanos, porque la democracia construida por los españoles tras la dictadura así lo estableció, agregó. Además, insistió en que sólo los políticos y los partidos a los que las cosas les van mal recurren al insulto. "A los que les va razonablemente bien, no necesitan estas cosas. Hablan de ideas, proyectos y acciones", apostilló.

En este contexto, Zapatero dijo que no debía sorprender a nadie que el PP desde la oposición sea el partido que anuncia el fin de todo. "Con la retirada de las tropas de Irak dijeron que era el fin del prestigio de España en el mundo. Pues bien, fue el principio de la dignidad de los españoles", declaró. "También dijeron que la ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo sería el fin de la familia, cuando ha sido el principio de la igualdad de derechos para todos", continuó. "Ahora es el fin de España porque estamos con el debate de las reformas estatutarias", apostilló, "Pues no, es el principio de una España mejor para la cohesión y el respeto a la identidad de todos los pueblos de este país, que estamos bien unidos por la democracia".

El presidente del Gobierno se mostró convencido de que en estas reformas sería deseable que participaran la mayoría de partidos políticos, también los populares, con la presentación de enmiendas. "Porque estén en la oposición, no tienen que decir a todo que no", dijo Zapatero. De hecho, calificó de "pacto ejemplar" el acuerdo alcanzado por el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, con los populares para reformar el Estatuto de Autonomía valenciano, siendo partido en la oposición. "Es una pena que algunos no estén y no se sumen cuando estamos renovando tantas cosas y abriendo un etapa de progreso en este país", agregó el presidente del Gobierno.

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Ninguno es más que otro

Según dijo, existe una obligación de mejorar lo recibido con dos ideas que calificó de básicas. En primer lugar, que ningún territorio puede ser más que otro, "pero hay que respetar a cada uno como es". Y en segundo lugar, que los ciudadanos "son los auténticos actores de la democracia, que es la capacidad de tener un proyecto común, defenderlo y extenderlo".

Como él mismo confesó en la tribuna del Palacio de Congresos de Valencia, Zapatero acudió a dicha ciudad a "responder" también de lo que su Gobierno ha hecho en dos años, tanto en la comunidad autónoma como en el resto de España, sobre todo tras las denuncias de marginación que el Gobierno valenciano, presidido por el PP, ha lanzado contra el Ejecutivo central en aspectos como el agua o infraestructuras de alta velocidad. En este sentido, Zapatero se comprometió a que el AVE entre Madrid y Valencia esté acabado en 2010. También mostró todo su apoyo a la candidatura de Joan Ignasi Pla a la presidencia de la Generalitat Valenciana en los comicios de 2007.

El presidente del Gobierno anunció que seguirá con su política de ampliación de los derechos ciudadanos, como ya ha hecho con el estatuto del emigrante, con la ley de dependencia y de la igualdad, y que continuará con la subida de las pensiones y el salario mínimo.

Zapatero, en el acto de ayer, ante el mapa de la Comunidad Valenciana.EFE

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