25.000 personas consultan cada día al médico para dejar de fumar

La ley que prohíbe fumar en todos los lugares de trabajo cerrados ha animado a muchos fumadores a plantearse a dejar su hábito. Así lo han advertido en los dos primeros días del año los médicos de atención primaria. Según cálculos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), desde el 1 de enero 25.000 personas consultan cada día con los médicos de atención primaria sobre métodos para dejar de fumar.

La ley antitabaco prevé potenciar las ayudas para dejar de fumar, pero no incluye la financiación por la Seguridad Social de los medicamentos para reducir la ansiedad...

La ley que prohíbe fumar en todos los lugares de trabajo cerrados ha animado a muchos fumadores a plantearse a dejar su hábito. Así lo han advertido en los dos primeros días del año los médicos de atención primaria. Según cálculos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), desde el 1 de enero 25.000 personas consultan cada día con los médicos de atención primaria sobre métodos para dejar de fumar.

La ley antitabaco prevé potenciar las ayudas para dejar de fumar, pero no incluye la financiación por la Seguridad Social de los medicamentos para reducir la ansiedad o de los parches o chicles de nicotina.

Ello no quiere decir que los médicos no puedan recetarlos, sino que su importe debe ser abonado por el paciente. De hecho, según declaraciones a Efe del vicepresidente de la Sociedad, Asensio López, la mayoría de las personas no piden recetas, sino información. La distribuidora de medicamentos Cofares calcula que las peticiones de tratamiento por parte de las farmacias han aumentado un 12%.

El coste medio de un tratamiento ronda los 160 euros, dura unos dos meses, y tienen una efectividad de más del 40%, según cálculos de la Sociedad Española de Neumología. Este precio es el equivalente al coste de dos cajetillas de tabaco de precio medio (2,4 euros). Por eso el Ministerio de Sanidad sostiene que aunque no se financien públicamente los medicamentos, las personas que los necesiten no deben tener problemas para pagarlos, ya que a muy corto plazo, si consiguen dejar de fumar, empezarán a ahorrar dinero.

Por otro lado, el hospital Carlos III de Madrid y el Comité de Expertos para una Vida Sin Tabaco ha abierto una web para ayudar a dejar de fumar. La página www.vidasintabaco.com es gratuita, y desde el día 1 de enero ha recibido más de 4.500 inscripciones, según el jefe de neumología del hospital, Leopoldo Sánchez Agudo.

A diferencia de otras páginas que dan consejos sobre cómo dejar de fumar, ésta ofrecerá un servicio interactivo. Las personas que se apunten serán atendidas por un equipo que, de momento, está compuesto por tres psicólogos, una enfermera y dos médicos (uno de ellos a tiempo completo y el otro a tiempo parcial).

Un 55% de éxito

El sistema es igual que el mismo que ya utiliza el hospital para ayudar a las personas que quieren dejar de fumar, explicó Sánchez Agudo. La unidad antitabaco, fundada en 1983, ha tratado a unos 11.000 pacientes, con un éxito de alrededor del 55%. En 2001 comenzó un sistema telefónico con resultados similares, por lo que el hospital confía en que la web consiga que más del 50% de quienes se apunten consigan dejar el tabaco.

"Lo primero que debe hacer el paciente es registrarse y dar un nombre y una contraseña para garantizar la individualidad del proceso", indica el neumólogo. Con este sistema, las personas se evitan tener que visitar el hospital. "Es más cómodo para ellos y nosotros podemos abarcar más", afirmó Sánchez Agudo.

A través de una dirección de correo electrónico el paciente recibe mensajes e instrucciones. "Internet nos permite ser más machacones", explicó el médico. "Está demostrado que cuanto más intenso y frecuente sea el seguimiento, mayores serán las probabilidades de éxito", añadió.

Antes de dejar el tabaco, el fumador debe hacer consciente su hábito, ver los motivos por los que fuma y programar ejercicios que le ayudarán a superar la abstinencia, indica el neumólogo. Según responda, así serán de frecuentes e insistentes los mensajes que recibirá. Si algo va mal, se puede llegar a la llamada telefónica o a programar una visita.