Bilbao mantiene la votación de las enmiendas a las cuentas por separado

La presidenta del Parlamento, la peneuvista Izaskun Bilbao, ha decidido mantener la votación por separado en el pleno de mañana de las enmiendas a la totalidad a los presupuestos, lo que garantiza al Gobierno que el proyecto no sea devuelto. Así lo comunicó ayer a los representantes de los grupos en la reunión de la Junta de Portavoces.

Socialistas y populares trataron sin éxito en la reunión de que la presidenta reconsiderase su decisión y la criticaron después. Bilbao sí garantizó que no someterá a votación los presupuestos por secciones, como hizo en 2001 su antecesor, Juan María Atu...

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La presidenta del Parlamento, la peneuvista Izaskun Bilbao, ha decidido mantener la votación por separado en el pleno de mañana de las enmiendas a la totalidad a los presupuestos, lo que garantiza al Gobierno que el proyecto no sea devuelto. Así lo comunicó ayer a los representantes de los grupos en la reunión de la Junta de Portavoces.

Socialistas y populares trataron sin éxito en la reunión de que la presidenta reconsiderase su decisión y la criticaron después. Bilbao sí garantizó que no someterá a votación los presupuestos por secciones, como hizo en 2001 su antecesor, Juan María Atutxa, motivo por el cual las cuentas de 2002 fueron anuladas por el Tribunal Constitucional. Bilbao aseguró que en la votación en pleno del proyecto, el próximo día 29, se atendrá escrupulosamente a lo establecido en esa sentencia.

Socialistas y populares consideran que la decisión de la presidenta carece de respaldo legal
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La presidenta se acoge a un auto de 2003 del Constitucional que señaló que la votación por separado de las enmiendas a la totalidad no conculca los derechos de los parlamentarios. Este argumento no le sirve ni al PSE ni al PP, para los que ese pronunciamiento no avala ni exculpa el incumplimiento del Reglamento de la Cámara. Ambos partidos, que han presentado sendas enmiendas de ese tipo, resaltaron que ni el Constitucional ni ningún otro tribunal se ha pronunciado sobre la idoneidad legal de la votación por separado, ideada por Atutxa en su día.

Socialistas y populares califican la actuación de la presidenta como continuista con respecto de la mantenida por Atutxa desde 2001 y la descalificaron. También destacaron de nuevo, como cada año desde que se cambió la forma de votación de las enmiendas a la totalidad, que ello conculca el Reglamento de la Cámara, cuyo artículo 111 establece la obligatoriedad de votar la aceptación o devolución de los proyectos de ley en el momento en que exista una sola enmienda de devolución.

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Con el procedimiento ideado por Atutxa y recuperado para el pleno de mañana por su sucesora, lo que se somete a votación no es el proyecto, sino el contenido de cada una de las enmiendas a la totalidad, algo no previsto en el Reglamento y contrario a la previsión de esa norma, como resaltaron los portavoces popular y socialista.

EHAK, el otro grupo afectado, ya que ha presentado igualmente una enmienda a la totalidad, no se pronunció ni en la propia Junta de Portavoces, ni más tarde en los pasillos de la Cámara, donde hablaron los representantes del PSE y del PP.

Para los populares, la decisión de Bilbao constituye "un punto de inflexión, que pone fin al supuesto nuevo estilo de gobierno de la Cámara", según destacó su portavoz, Leopoldo Barreda. "Se retoman las viejas formas y se interpreta y aplica el Reglamento a favor del Gobierno del modo en que le garantiza la continuidad al proyecto", a puntó.

La actuación de la presidenta, añadió, "quiebra las previsiones reglamentarias, no recupera el consenso sobre el trámite presupuestario ni sobre el Reglamento y genera desconfianza en el resto de los grupos al favorecer a un Gobierno respaldado por una minoría".

El socialista José Antonio Pastor señaló a la presidenta de la Cámara que el modo de votación "no depende de criterios personales ni de precedentes que no son los mejores, sino del Reglamento" y le hizo notar que éste no prevé votar el acuerdo o el desacuerdo con las enmiendas, sino la aprobación o devolución del proyecto.

"Nos molesta profundamente que en una legislatura recién iniciada la presidenta repita tics del pasado", se quejó Pastor. "Si se empeña en actuar a favor del Gobierno y se salta la legalidad se encontrará con las mismas dificultades que Atutxa", le advirtió. Pastor rechazó igualmente que el auto del Constitucional de 2003 proporcione ninguna base jurídica a la actuación de Bilbao.

En relación con la marcha de las negociaciones presupuestarias, Pastor consideró que el plazo concluye mañana y deploró no haber oído aún el criterio del Gobierno, sino sólo las voces diferentes del PNV, EA y EB. Pastor tenía previsto mantener ayer mismo una nueva reunión con la vicelehendakari.

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