Primera parte

Diane Waldman, historiadora del arte y comisaria de la exposición, se sorprende y reconoce que es "inexplicable" la desproporción que existe entre la práctica y la importancia del collage y la escasez de estudios o exposiciones sobre un tema que afecta no sólo al arte sino a prácticamente todas las disciplinas. Surgido en un momento en que todas las artes, al igual que la guerra y el trabajo, se mecanizaron, el collage parece haber sido la respuesta creativa tanto al descrédito de la habilidad como a la dificultad de asumir la avalancha de información que los nuevos medios tecnol...

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Diane Waldman, historiadora del arte y comisaria de la exposición, se sorprende y reconoce que es "inexplicable" la desproporción que existe entre la práctica y la importancia del collage y la escasez de estudios o exposiciones sobre un tema que afecta no sólo al arte sino a prácticamente todas las disciplinas. Surgido en un momento en que todas las artes, al igual que la guerra y el trabajo, se mecanizaron, el collage parece haber sido la respuesta creativa tanto al descrédito de la habilidad como a la dificultad de asumir la avalancha de información que los nuevos medios tecnológicos proporcionaban.

Desde el cine -sin entrar en el debate sobre si puede o no considerarse collage el montaje cinematográfico, muchas películas y documentales pueden definirse efectivamente como collages fílmicos- a la música -abundan los ejemplos en composiciones, pero el éxtasis en su actualización la protagonizan los disc jockeys-, pasando por la literatura, el teatro, la danza, la moda o la publicidad. Las implicaciones filosóficas, cotidianas y creativas del collage dan mucho de sí, pero centrándose en las prácticas visuales, Waldman considera que la introducción de estos trozos de realidad en el cuadro suponía una revolución respecto al ilusionismo que había dominado el arte desde el Renacimiento.

El objetivo de la exposición no es abarcar todas las implicaciones del collage. Se centra en el arte y plantea un recorrido didáctico muy acotado en el tiempo y, además, con una selección de obras que podría haber sido otra, debido a la abundancia de ejemplos y artistas que lo han practicado, pero que en sí misma resulta coherente. "Acabamos con Rauschenberg y Jasper Johns porque en ellos hay muchas referencias a Picasso y los dadaístas, lo que nos permite cerrar el círculo que se inicia con el cubismo", explica Waldman, para quien la muestra es en el fondo la primera parte de una investigación que puede ser mucho más amplia. "A partir del pop art [que para muchos se inicia con el collage de Richard Hamilton titulado Sencillamente, ¿qué es lo que hace que las casas de hoy en día sean tan diferentes, tan atractivas?] comienza otra etapa que merecería ser objeto de otra exposición".

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