El Gobierno de Irak investiga torturas policiales a 173 presos

Una operación de EE UU descubre una cárcel subterránea en el Ministerio del Interior

El Gobierno iraquí aseguró ayer que ha abierto una investigación para aclarar las presuntas torturas cometidas contra 173 presos -la mayoría suníes- en un búnker del Ministerio del Interior, en Bagdad. El búnker fue descubierto cuando tropas de EE UU tomaron el domingo el control del edificio. Muchos de los detenidos tenían síntomas de malnutrición y, en ocasiones, secuelas de tortura y probable maltrato, según el Ejército estadounidense.

La intervención de EE UU estuvo motivada por la insistente petición de la familia de un adolescente, supuestamente preso, para que se investigara lo q...

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El Gobierno iraquí aseguró ayer que ha abierto una investigación para aclarar las presuntas torturas cometidas contra 173 presos -la mayoría suníes- en un búnker del Ministerio del Interior, en Bagdad. El búnker fue descubierto cuando tropas de EE UU tomaron el domingo el control del edificio. Muchos de los detenidos tenían síntomas de malnutrición y, en ocasiones, secuelas de tortura y probable maltrato, según el Ejército estadounidense.

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La intervención de EE UU estuvo motivada por la insistente petición de la familia de un adolescente, supuestamente preso, para que se investigara lo que sucedía en el Ministerio del Interior. La gran mayoría de los detenidos son suníes detenidos bajo la acusación de apoyar a la insurgencia y fueron encontrados en una celda subterránea. Entre la comunidad suní, la existencia de la cárcel oculta en este edificio era un rumor extendido desde hacía tiempo.

"He sido informado de que había 173 detenidos en una prisión del Ministerio del Interior y parece ser que presentaban signos de malnutrición", dijo el primer ministro, el chií Ibrahim al Yafari. "Se ha dicho también que ha existido algún tipo de tortura", añadió, antes de asegurar que todos habían sido trasladados ya a otra cárcel y que habían recibido atención médica.

El Gobierno iraquí se ha comprometido a detener y juzgar a los responsables. El propio viceministro del Interior, Hussein Kamal, admitió que los presos fueron tratados "de forma inapropiada" y que habían sido objeto de "abusos". "Es la peor situación que he visto en los dos últimos años en Bagdad", admitió en la cadena estadounidense CNN. Y añadió: "He visto signos de abusos brutales; uno o dos detenidos estaban paralizados". "Sea quien sea que haya maltratado a estos prisioneros, o a cualquier prisionero, será llevado ante la justicia", subrayó.

Fuentes del Ejército estadounidense aseguraron que los soldados que descubrieron la cárcel quedaron estupefactos por lo que se encontraron. "No es lo que esperábamos, nosotros buscábamos a un adolescente", dijo un soldado que participó en la operación.

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Por otro lado, el mando militar estadounidense en Bagdad anunció que 80 presuntos insurgentes murieron en combates registrados en Ubaidy, en el oeste del país, dentro de la campaña lanzada contra los principales bastiones rebeldes. Durante los combates fallecieron también tres marines en esta localidad a 20 kilómetros de la frontera con Siria.

Según el comunicado militar, los soldados de EE UU han arrestado a más de 150 presuntos insurgentes desde el inicio de la operación, hace 10 días. Los ataques, apoyados por bombardeos aéreos, han encontrado respuesta por parte de los supuestos insurgentes, según el mando estadounidense, que afirma que los combates son los más intensos desde que empezó la operación. "Están acorralados y no tienen ningún lugar al que escapar", aseguran fuentes militares para justificar la resistencia encontrada.

Aparte de esta ofensiva, las acciones violentas se sucedieron un día más en varios puntos del país. El balance de la jornada suma al menos 15 iraquíes muertos, de los cuales 13 eran policías o militares, informa la agencia France Presse.

En Mahmudiya (40 kilómetros al sur de Bagdad), un suicida hizo chocar su vehículo cargado de explosivos contra un puesto del Ejército, lo que causó la muerte de tres soldados y heridas a cuatro personas, entre ellas tres civiles.

Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital, fue una de las ciudades más castigadas ayer por la violencia. A media tarde, una patrulla policial fue tiroteada por un grupo rebelde: fallecieron los cuatro ocupantes. Menos de una hora después, la explosión de una bomba mató a otros tres policías. Una joven de 17 años, hija de un empresario que tiene al Ejército estadounidense entre sus clientes, fue asesinada por hombres armados. En Bagdad, una explosión junto a un céntrico restaurante frecuentado por policías causó la muerte de dos agentes y heridas a otros seis.

Vecinos observan los daños en su edificio tras un atentado ayer en Bagdad.EFE

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