LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

El portavoz de CiU reprocha al PP su rechazo inicial a la Constitución y al Estatuto de 1979

El líder democristiano alerta sobre las consecuencias políticas de un recorte sustancial del proyecto

El portavoz de Convergència i Unió (CiU), Josep Antoni Duran Lleida, consiguió ayer en el Congreso algo inusual en él: alterar y enojar a la bancada del PP, que reaccionó a la primera parte de su discurso con una sonora bronca cargada de increpaciones y silbidos y que requirió la intervención del presidente de la Cámara. Fue cuando Duran reprochó a Mariano Rajoy que ahora defienda encendidamente la Constitución y el Estatuto de Cataluña de 1979 cuando dos de sus predecesores en el cargo de presidente del PP, José María Aznar y Manuel Fraga, se opusieron a ambos textos.

Ante la airada re...

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El portavoz de Convergència i Unió (CiU), Josep Antoni Duran Lleida, consiguió ayer en el Congreso algo inusual en él: alterar y enojar a la bancada del PP, que reaccionó a la primera parte de su discurso con una sonora bronca cargada de increpaciones y silbidos y que requirió la intervención del presidente de la Cámara. Fue cuando Duran reprochó a Mariano Rajoy que ahora defienda encendidamente la Constitución y el Estatuto de Cataluña de 1979 cuando dos de sus predecesores en el cargo de presidente del PP, José María Aznar y Manuel Fraga, se opusieron a ambos textos.

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Ante la airada respuesta de los diputados del PP, Duran afinó su crítica: Aznar se opuso a la Constitución y Manuel Fraga al título VIII de la Ley Fundamental (referente a la organización territorial del Estado) y al Estatuto catalán de 1979. Manuel Marín, presidente del Congreso, tuvo que interrumpir el debate y requerir a los populares que respetaran la intervención del nacionalista con la misma "libertad" que tuvo su jefe de filas, Mariano Rajoy.

"Siempre hemos tenido [CiU] una clara e inequívoca posición con el Estatuto y la Constitución y no todos pueden decir lo mismo", afirmó Duran. Fue, de entrada, la primera invectiva contra el PP. Le siguieron otras contundentes críticas al responsabilizar a sus dirigentes del ambiente de crispación en España y del lenguaje "demagógico" de determinados medios de comunicación.

Duran acusó al PP de azuzar el enfrentamiento entre territorios, en especial contra Cataluña, y de articular un discurso radical, demagógico y repleto de falsedades y mentiras. Y todo ello, dijo, por simple interés partidista y electoralista. Negó, en contra de la opinión del PP, que la propuesta de nuevo Estatuto vulnere la Constitución y rompa la "convivencia democrática instaurada a partir del 78".

Buscando la aquiescencia a ambos lados del hemiciclo hacia las demandas catalanas, Duran Lleida recordó la apuesta por la gobernabilidad de CiU en todos los gobiernos democráticos, en especial con el PP y el PSOE. "Hemos estado a las verdes y a las maduras y nunca hemos situado los intereses de partido por encima de los del Estado", afirmó.

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Por ello, el líder democristiano reclamó comprensión hacia el proyecto aprobado en el Parlamento catalán. Una reforma, argumentó, surgida como reacción a la constante "laminación" de la autonomía catalana, a las "lecturas restrictivas" de las sentencias del Tribunal Constitucional y a la "utilización abusiva del concepto de legislación estatal básica". "Si nada de eso hubiera existido, hoy no estaríamos planteando la reforma del Estatuto".

Ni radical ni antiespañola

Duran se esforzó por hacer "pedagogía" en defensa de los contenidos del Estatuto, sobre todo en lo referente a la definición de Cataluña como nación, y a desmentir que la propuesta sea "radical, antiespañola, irresponsable e insolidaria" y, ni mucho menos, que persiga crear un Estado propio.

Especial énfasis puso Duran Lleida en reclamar una reforma de los mecanismos de solidaridad interterritorial porque "la solidaridad no puede ser ilimitada, ni en el tiempo, ni en sus contenidos". Al igual, recordó, como lo ha reivindicado Alemania en el seno de la Unión Europea. Para evitar que se propague la imagen de una Cataluña insolidaria, Duran exhortó a los parlamentarios a hacer pedagogía. "Invirtamos nuestras energías en esta pedagogía y no las derrochemos propagando insensateces como la última perla de que ETA está muy contenta con el Estatuto", reclamó.

El líder democristiano hizo un llamamiento al diálogo entre todas las formaciones políticas y reiteró la apuesta de CiU por negociar su contenido. Pero, al tiempo, advirtió de que si las Cortes "frustraran o amputaran la reforma del Estatuto, las consecuencias serían imprevisibles en el orden político y electoral. Ahora toca hablar, negociar, comprender, razonar".

Los diputados de CiU Pere Grau, Josep Maldonado, Josep Antoni Duran Lleida, Jordi Xuclà, Mercè Pigem y Josep Sánchez Llibre.RICARDO GUTIÉRREZ

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