LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

El efecto 'pásalo'

Todo empezó el 13-M, con la manifestación ante la sede del PP contra la guerra de Irak, convocada a través de los mensajes a móvil con el latiguillo pásalo. Desde entonces, los SMS inauguraron una nueva forma de comunicación que se ha convertido en un potente motor de movilizaciones de calado político. Esta vez le ha tocado el turno al Estatuto catalán y a los productos de esta comunidad. Y junto a los SMS, proliferan foros en Internet, páginas web e incluso panfletos subidos de tono que circulan a través del correo electrónico. En algunos de ellos se asocian fotografías de destacados l...

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Todo empezó el 13-M, con la manifestación ante la sede del PP contra la guerra de Irak, convocada a través de los mensajes a móvil con el latiguillo pásalo. Desde entonces, los SMS inauguraron una nueva forma de comunicación que se ha convertido en un potente motor de movilizaciones de calado político. Esta vez le ha tocado el turno al Estatuto catalán y a los productos de esta comunidad. Y junto a los SMS, proliferan foros en Internet, páginas web e incluso panfletos subidos de tono que circulan a través del correo electrónico. En algunos de ellos se asocian fotografías de destacados líderes políticos catalanes -los más habituales son Pasqual Maragall y Josep Lluís Carod Rovira- a los logotipos de compañías completamente independientes del poder político. E incluso con multinacionales de varios países que tienen su sede en Cataluña.

Una de las webs más visitadas -de entre el medio millar de páginas que bajo el epígrafe "boicot productos catalanes" aparecen en buscadores- ofrece una lista de productos y marcas catalanes y sus alternativas de otras comunidades. En el caso de algunas enseñas se especifica que la sede social está en Cataluña pero se fabrica fuera de la región, lo que denota conocimientos económicos. Y se deja "a la elección" del consumidor el boicoteo a marcas con sede en Cataluña cuyos productos no se fabrican en la comunidad o tienen plantas de producción repartidas por toda España. Las multinacionales no escapan del listado, en el que se sostiene que, tras el Estatuto, al comprar productos catalanes "ese dinero se lo quedarán exclusivamente en Cataluña".

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