El reparto de una parte del IVA a la importación divide a las haciendas forales

Álava y Guipúzcoa defenderán un cambio en las aportaciones en el Consejo de Finanzas

El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) de las operaciones asimiladas a la importación ha abierto una brecha entre las tres haciendas forales. Hasta marzo de este año su recaudación la realizaba Aduanas, la Administración central, y posteriormente lo cobraban las haciendas vascas vía ajustes generales de IVA. Una directiva europea ha forzado el cambio. La primera consecuencia es que Vizcaya ha disparado su recaudación y Álava y Guipúzcoa han visto como la suya caía.

Las operaciones asimiladas a la importación son aquellas que afectan a productos que vienen gravados por los Impuestos Es...

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El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) de las operaciones asimiladas a la importación ha abierto una brecha entre las tres haciendas forales. Hasta marzo de este año su recaudación la realizaba Aduanas, la Administración central, y posteriormente lo cobraban las haciendas vascas vía ajustes generales de IVA. Una directiva europea ha forzado el cambio. La primera consecuencia es que Vizcaya ha disparado su recaudación y Álava y Guipúzcoa han visto como la suya caía.

Las operaciones asimiladas a la importación son aquellas que afectan a productos que vienen gravados por los Impuestos Especiales (hidrocarburos, tabaco y alcohol). Por ejemplo, si una bodega compraba uva el IVA de esta operación era responsabilidad hasta marzo de aduanas. Este caso es el principal en Álava. En Guipúzcoa pasaba lo mismo fundamentalmente con el tabaco y en Vizcaya con los hidrocarburos, por la presencia de la refinería de Petronor.

Hasta marzo, en los ajustes de IVA Madrid mandaba lo que correspondía a este impuesto y en Euskadi se repartía todo globalmente de acuerdo con los coeficientes horizontales, que reflejan el peso de cada territorio, previstos en la Ley de Aportaciones. Ahora cada Hacienda recauda lo suyo y el gordo en la recaudación se centra en Petronor. Una simulación con los datos de 2004 muestra que Álava perdería 38 millones de euros, Guipúzcoa 70 y Vizcaya ingresaría 214 más. Una aplicación estricta de la Ley de Aportaciones obligaría a los dos primeros territorios a acudir al Fondo de Solidaridad y les forzaría a tener los próximos años menos recursos que en el pasado. El fondo es un instrumento creado en el seno del Consejo Vasco de Finanzas Públicas (CVF), órgano que regula los flujos financieros en Euskadi y en el que están el Gobierno y las diputaciones.

El nuevo sistema es globalmente favorable a Euskadi, pues se recauda más, pero desfavorable para dos territorios por la aplicación de la Ley de Aportaciones. Da igual que Álava y Guipúzcoa gestionen muy bien porque el efecto de la nueva vía de recaudación del IVA asimilado a la importación les condena a tener menos dinero.

En las reuniones previas al CVF se ha planteado esta cuestión y ocupará gran parte del debate de la reunión del próximo lunes 17. Álava y Guipúzcoa quieren que este dinero pase a una bolsa común y se reparta como hasta ahora en función de los coeficientes horizontales. Esta propuesta, reflejo de lo que se hacía hasta ahora, no gusta en Vizcaya, que piensa que si los contribuyentes son suyos, Petronor fundamentalmente, debe tener una mayor participación en la recaudación.

Fuentes de las haciendas aseguran que se llegará a un acuerdo intermedio que, en todo caso, no perjudique a dos territorios y satisfaga a Vizcaya. El arreglo definitivo pasa por un cambio en la Ley de Aportaciones.

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Una ley cuestionada

La Ley de Aportaciones se renueva quinquenalmente y va pareja a la Ley Quinquenal del Cupo. Ésta última se negocia entre las administraciones central y vasca y regula sus flujos financieros. La Ley de Aportaciones se discute entre el Gobierno vasco y las haciendas forales y regula también los flujos financieros, pero dentro de Euskadi. El año que viene toca negociar ambas normas. La Ley de Aportaciones ha sido cuestionada por las diputaciones que creen que se deben revisar los coeficientes verticales, aquellos que determinan el dinero que se queda el Gobierno vasco y el que va a las diputaciones sobre el total de lo recaudado. Ahora el 66,25% va al Gobierno y el 33,75% a las diputaciones. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, aseguró en la Comisión de Hacienda del Parlamento que está dispuesta a revisar la Ley, pero no entiende un cambio de estos coeficientes porque asegura que las competencias de cada territorio no han variado los últimos años. Las haciendas forales, sin embargo, afirman que la valoración de las competencias no es acertada y que el Gobierno está sobrefinanciado.

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