Fallece una mujer tras ser sometida a una reducción de estómago

Lola S. J., de 34 años, murió el pasado domingo en la clínica Centro de Madrid, cuatro días después de someterse a una operación de reducción de estómago para mitigar su obesidad. La mujer medía 1,60 metros y pesaba 111 kilogramos. La familia, que tiene el apoyo de la Asociación El Defensor del Paciente (Adepa), considera que los médicos "banalizaron" los riesgos de la operación y animaron a la paciente a someterse a ella.

"Ella fue al médico para adelgazar y la única medida que le propusieron fue la reducción de estómago. Le dijeron que el único efecto secundario iba a ser 'perder kilo...

Lola S. J., de 34 años, murió el pasado domingo en la clínica Centro de Madrid, cuatro días después de someterse a una operación de reducción de estómago para mitigar su obesidad. La mujer medía 1,60 metros y pesaba 111 kilogramos. La familia, que tiene el apoyo de la Asociación El Defensor del Paciente (Adepa), considera que los médicos "banalizaron" los riesgos de la operación y animaron a la paciente a someterse a ella.

"Ella fue al médico para adelgazar y la única medida que le propusieron fue la reducción de estómago. Le dijeron que el único efecto secundario iba a ser 'perder kilos por un tubo", manifestó un portavoz de la familia. Éste, sin embargo, admitió que la mujer firmó antes de operarse los documentos de consentimiento informado.

Según la familia de la fallecida, el pasado viernes ésta se quejó de dolores en la zona del estómago, por lo que pidió ver a su médico, que en esos momentos estaba en Palma de Mallorca. "El doctor fue al día siguiente y nos anunció que iban a volver a intervenir a mi cuñada porque tenía que saber a qué se debía la pérdida de sangre, aunque nos advirtió que tenía un mal feeling con respecto a la paciente, porque veía que el dolor que ella refería no era muy propio de aquella operación", aclaró María del Mar Mena, cuñada de la víctima, a Europa Press. También explicó que antes de entrar por segunda vez en el quirófano, su cuñada presentaba fiebre muy alta y dificultades para respirar. Posteriormente, la familia ha sabido que a Lola S. J. se le encharcaron los pulmones.

Mena también denunció que al ver a su cuñada en la UCI atendida por un intensivista y dos o tres enfermeras quisieron trasladarla a otro hospital, a lo que los responsables de la clínica se opusieron apuntando que el centro "contaba con los mejores especialistas.

La clínica ha declinado ofrecer su versión de lo ocurrido, alegando que el asunto está en manos de sus servicios jurídicos.

Según datos de Adepa, Lola S. J. es la décima persona que muere en la región este año tras ser sometida a una reducción de estómago. Esta intervención es calificada de "riesgo" por los expertos y tiene una mortalidad de entre el 5% y el 8% de los pacientes, según informes médicos. La Clínica Centro está autorizada por la Consejería de Sanidad para realizar este tipo de intervenciones.