PASQUAL MARAGALL | Presidente de la Generalitat | LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

"Tenemos el reto de seducir a España"

Convencido de que el Estatuto aprobado ayer encaja plenamente en la Constitución, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, aseguró ayer que el nuevo texto no sólo servirá para dar más autogobierno y mejor financiación a Cataluña, sino que también ayudará a cambiar "un poco" la concepción de España hacia el federalismo. Por todos estos motivos, Maragall aseguró que el Estatuto también "será aceptado" en las Cortes. Pero antes, Cataluña tiene "el reto de seducir a España".

En un discurso que culminó con los aplausos de toda la Cámara, con excepción de los 15 diputados del Partid...

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Convencido de que el Estatuto aprobado ayer encaja plenamente en la Constitución, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, aseguró ayer que el nuevo texto no sólo servirá para dar más autogobierno y mejor financiación a Cataluña, sino que también ayudará a cambiar "un poco" la concepción de España hacia el federalismo. Por todos estos motivos, Maragall aseguró que el Estatuto también "será aceptado" en las Cortes. Pero antes, Cataluña tiene "el reto de seducir a España".

En un discurso que culminó con los aplausos de toda la Cámara, con excepción de los 15 diputados del Partido Popular, Maragall defendió el papel vertebrador de España que puede tener el nuevo texto si ayuda a mejorar el encaje de Cataluña en el seno de un estado "federal". Dirigiéndose a aquellos que temen que el proceso de reformas estatutarias iniciado derive en el desmembramiento de España, Maragall aseguró que el objetivo de Cataluña con este Estatuto es el de "hacer las españas", de las que se declaró "enamorado" y dispuesto a seguir ayudando.

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Tras dejar claro ese punto, Maragall, dedicó la mayor parte de su intervención a explicar por qué Cataluña quiere un trato singular, y por qué necesita un nuevo sistema de financiación. La singularidad cultural de Cataluña, dijo el presidente catalán, es la que avala que pueda ser definida como "nación" en el nuevo Estatuto, un término que "por rigor y precisión" no debería ser aplicado a todas las comunidades autónomas. Y es que, en opinión de Maragall, sería "un error" dar libertad a todas las comunidades para que "se definan como quieran", puesto que cuando esto se ha hecho España ha "avanzado hacia el cantonalismo". Y cuando esto ha ocurrido y se ha optado por la "vía de la multiplicación de las identidades, lo que se ha intentado hacer es ahogar las diferencias".

Mucho más directo fue a la hora de decir por qué Cataluña necesita una mejor financiación. Tras recordar la "importante" aportación catalana al desarrollo de comunidades menos favorecidas, Maragall lamentó que Cataluña haya quedado ahora desfasada ante otras comunidades "mejor equipadas". "Cataluña ha agotado el margen que tenía para ser generosa", concluyó tras establecer un paralelismo entre la situación de esta autonomía y la de la República Federal Alemana. En resumidas cuentas: Cataluña no puede seguir prolongando durante mucho más tiempo su actual esfuerzo fiscal si no quiere salir perjudicada. "Ahora estamos en condiciones de decir [a las comunidades menos favorecidas] que vuelen solas".

Pero ello no debe interpretarse como la ruptura del pacto de solidaridad entre Cataluña y el resto de comunidades, defendió Maragall. "Nuestro concepto de solidaridad es distinto del foralismo, (...) nosotros defendemos un pacto de equidad según el cual si tú te ayudas, yo te ayudo, y si no, no".

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Con estas argumentaciones y el convencimiento de que las peticiones de Cataluña son "justas", Maragall se mostró convencido del éxito de las negociaciones que se llevarán a cabo en Madrid durante los próximos meses. Y es que en opinión del jefe del Ejecutivo catalán y presidente del PSC, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tiene dos grandes retos ante sí. "La paz en Euskadi y el Estatuto catalán son las pruebas de fuego de la España de hoy, y las ganaremos, y nuestro pueblo lo celebrará", aseguró.

Pero el presidente de la Generalitat quiere hacer de la negociación del Estatuto en el Congreso un proceso ejemplar y no una excusa para aumentar la desconfianza mutua. Por ello, invitó a la clase política catalana a "ensayar una nueva cultura política" que a su entender se habría iniciado ya con el debate del Estatuto. "No se trata de inventar nada, sino de compaginar rigor y educación democrática", dijo. Y en cuanto a los métodos a utilizar no fue menos ambicioso: "No vamos a imponer nada, (...) nos moriríamos de aburrimiento si no tuviésemos delante el reto de convencer a España".

Pasqual Maragall habla con el líder de ERC, Josep Lluís Carod, tras la aprobación del nuevo Estatuto.

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