El tabaco, el alcohol y los contaminantes en el trabajo y en la dieta son factores de riesgo

El consumo de tabaco, de alcohol, y la exposición a otras sustancias cancerígenas en el trabajo, el ambiente y la dieta son los factores más importantes de riesgo para el cáncer, según la evidencia científica disponible. Mientras que el tabaco y el alcohol son factores bastante conocidos ya, el factor ambiental resulta más desconocido. Continuamente se están produciendo nuevos estudios que indican que determinados contaminantes pueden estar contribuyendo a la escalada del cáncer, sin desdeñar el gran peso del tabaco y del alcohol. La dieta especialmente, se convierte en una fuente de exposició...

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El consumo de tabaco, de alcohol, y la exposición a otras sustancias cancerígenas en el trabajo, el ambiente y la dieta son los factores más importantes de riesgo para el cáncer, según la evidencia científica disponible. Mientras que el tabaco y el alcohol son factores bastante conocidos ya, el factor ambiental resulta más desconocido. Continuamente se están produciendo nuevos estudios que indican que determinados contaminantes pueden estar contribuyendo a la escalada del cáncer, sin desdeñar el gran peso del tabaco y del alcohol. La dieta especialmente, se convierte en una fuente de exposición a contaminantes físicos, químicos, orgánicos e inorgánicos, subrayan los autores del informe presentado ayer en el Ministerio de Sanidad, que la convierte en un factor de riesgo de cáncer cuyo estudio es muy complejo.

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El Código Europeo contra el Cáncer incide en la conveniencia de adoptar estilos de vida más saludables, como no fumar, evitar el sobrepeso y la obesidad, realizar ejercicio físico, comer frutas y vegetales variados, moderar el consumo de alcohol, evitar la exposición al sol y cumplir las normas para prevenir exposiciones relacionadas con el trabajo y con el ambiente a sustancias cancerígenas.

Estos consejos tienen su base en datos estadísticos muy contundentes que indican que las personas que los siguen tienen un riesgo menor de desarrollar algún tipo de cáncer, pero hay factores que se están revelando importantes que escapan a la voluntad personal. Por ejemplo, en el caso de una alimentación rica en grasas, el mayor riesgo podría estar asociado a que en los productos grasos se acumulan los contaminantes persistentes (como algunos pesticidas) que se relacionan con el mayor riesgo de cáncer de mama. Una mayor ingesta de frutas y verduras también tiene el peligro de ingerir más pesticidas. Y la realización de ejercicio físico en una atmósfera contaminada con partículas en una gran ciudad puede resultar incluso desaconsejable para evitar el cáncer de pulmón.

En el medio laboral, el estudio Carex estimó que en España 3,1 millones de trabajadores, el 25% de la población laboral, estarían expuestos a agentes carcinógenos, entre los que sobresalen la radiación solar, la exposición pasiva al humo del tabaco, a polvo de sílice cristalina, a polvo de madera, al radón y a humos de motores diesel.

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