El Partido de los Trabajadores de Lula pide perdón por los casos de corrupción

Nuevas acusaciones contra el Gobierno agravan la crisis política en Brasil

Por primera vez desde el estallido de la crisis política brasileña hace 70 días, la ejecutiva del Partido de los Trabajadores (PT) hizo ayer una autocrítica formal y pidió perdón a los ciudadanos por las prácticas corruptas que implican directamente a destacados dirigentes del partido. La cúpula del PT convoca a todas las instancias del partido a promover debates y manifestaciones en defensa de las siglas petistas y del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Poco antes, la crisis se había agravado con la aparición de un nuevo personaje, un financiero condenado por lavado de dinero, que acusó s...

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Por primera vez desde el estallido de la crisis política brasileña hace 70 días, la ejecutiva del Partido de los Trabajadores (PT) hizo ayer una autocrítica formal y pidió perdón a los ciudadanos por las prácticas corruptas que implican directamente a destacados dirigentes del partido. La cúpula del PT convoca a todas las instancias del partido a promover debates y manifestaciones en defensa de las siglas petistas y del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Poco antes, la crisis se había agravado con la aparición de un nuevo personaje, un financiero condenado por lavado de dinero, que acusó sin pruebas a destacados personalidades políticas.

"El partido pide por primera vez perdón a la nación, ya que los actos que nos comprometen moral y políticamente ante los brasileños fueron cometidos por dirigentes del PT, sin conocimiento de sus instancias", señala el comunicado difundido ayer por la nueva dirección petista, que anuncia que en cuanto tenga un cuadro completo de las responsabilidades serán divulgadas a la sociedad brasileña. En el discurso del viernes pasado el presidente Lula da Silva dijo que el Gobierno y el PT debían pedir perdón "por los errores cometidos".

El presidente provisional del partido, Tarso Genro, declaró la víspera de esta resolución que "no hay futuro para el PT si no cambia el núcleo hegemónico que actualmente dirige el partido". Genro se refería al sector mayoritario del partido que comanda el ex ministro y ex hombre fuerte de Gobierno, Jose Dirceu. La guerra interna en las filas petistas se prevé dura ante la primera batalla del mes próximo, cuando el partido elija definitivamente a su presidente. Genro admite que las denuncias de corrupción contra destacados dirigentes del PT tendrán consecuencias en las elecciones futuras, en las que habrá un voto de castigo que se traducirá en una disminución de la presencia del partido en el Congreso Nacional y en los estados. El actual presidente del PT reclama una refundación del partido, pero está por ver si será sobre una tierra arrasada o sobre pilares firmes.

La primera autocrítica del PT se produjo después de la aparición de un nuevo protagonista en la trama de corrupción que alcanza altas instancias de la Administración brasileña. Antonio Oliveira Claramunt, conocido como Toninho da Barcelona, condenado a 25 años de prisión por lavado de dinero, evasión de divisas y otros delitos contra el sistema financiero, acusó sin aportar pruebas a destacadas personalidades del poder político y económico, como José Dirceu, antiguo hombre fuerte del Gobierno, Henrique Meirelles, presidente del Banco Central, y Márcio Thomaz Bastos, ministro de Justicia, de transferir ilegalmente remesas de dinero al exterior.

Oliveira hizo esta denuncia ante 12 integrantes de una de las comisiones parlamentarias que investigan el escándalo de compra de votos de diputados por parte del PT. Aseguró que numerosas operaciones financieras ilegales implican a políticos del PT y del Gobierno. El acusador pidió a cambio de la presentación de pruebas una revisión de su condena.

Toninho da Barcelona está considerado uno de las traficantes de divisas más importantes de Brasil, a través de la empresa Barcelona Tour Cambio e Turismo, que utilizaba como fachada para actividades ilegales.Aparentemente, tenía influyentes amigos en la Policía Federal y el poder judicial. En su relato, aseguró que el PT envió dinero al exterior desde los preparativos de la primera campaña electoral de Lula da Silva, en 1989. Según su declaración, las remesas ilegales se hacían a través del Trade Link Bank, institución ligada al Banco Rural de las islas Caimán, y de una empresa offshore de Panamá. En la comparecencia ante la comisión de investigación, el publicista Duda Mendonça reveló la semana pasada que el PT tenía una segunda caja para pagos al margen de la ley, y que gran parte del dinero que recibió en el exterior por su trabajo en el diseño de campañas electorales del partido del Gobierno salió de una cuenta en Caimán.

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La aparición en escena de este nuevo protagonista en el mayor escándalo político de Brasil desde que recuperó la democracia ha sido acogida con opiniones diversas. El senador del opositor PFL Demóstenes Torres se apresuró a declarar que Oliveira "puede derribar la República". Desde las filas gubernamentales, la senadora del PT Ideli Salvatti, recordó la trayectoria del denunciante, al que acusó de intentar chantajear al Estado.

Trabajadores y estudiantes brasileños, en una manifestación contra el Gobierno de Lula ayer en Brasila.REUTERS

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