SOS Racismo censura a la Embajada española en Ghana por impedir el reagrupamiento de una familia de ese país

SOS Racismo criticó ayer a la Embajada española en Ghana (África) por impedir que una mujer de aquel país, casada con un conciudadano que vive y trabaja legalmente en Guipúzcoa y de quien está embarazada de gemelos, entre en España acogiéndose al derecho de reagrupación familiar.

Mohammed Carley, de 28 años y natural de Nima, un pueblo cercano a Accra, la capital ghanesa, emigró a España hace tres años. Lejos quedaba su novia, Fauziatu Alhassan. El joven trabaja en una fábrica de Lasarte-Oria y vive en Andoain.

En junio de 2003, tras renovar su permiso de residencia y trabajo...

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SOS Racismo criticó ayer a la Embajada española en Ghana (África) por impedir que una mujer de aquel país, casada con un conciudadano que vive y trabaja legalmente en Guipúzcoa y de quien está embarazada de gemelos, entre en España acogiéndose al derecho de reagrupación familiar.

Mohammed Carley, de 28 años y natural de Nima, un pueblo cercano a Accra, la capital ghanesa, emigró a España hace tres años. Lejos quedaba su novia, Fauziatu Alhassan. El joven trabaja en una fábrica de Lasarte-Oria y vive en Andoain.

En junio de 2003, tras renovar su permiso de residencia y trabajo, Carley viajó a Ghana para casarse con su novia. La boda, una ceremonia tradicional musulmana, quedó "debidamente registrada" en la administración de su país en agosto, asegura la ONG.

De vuelta a Andoain, el joven inició los trámites para que su esposa venga a vivir con él. La Subdelegación del Gobierno en Guipúzcoa emitió un informe favorable, por lo que Alhassan solicitó el correspondiente visado de reagrupación familiar en la Embajada española en Accra. Unos meses después, ésta le denegó el documento, alegando que la relación de matrimonio no está suficientemente probada.

Tras numerosos contactos de SOS Racismo con la Embajada española en el país africano, Carley viajó otra vez a Ghana en diciembre de 2004 para casarse de nuevo, esta vez por lo civil, con Alhassan, en la creencia de que así conseguirían el reagrupamiento. El informe gubernativo fue favorable por segunda vez, pero, también por segunda vez, la Embajada negó a la joven, de 23 años, el permiso para viajar a Guipúzcoa. Aduce que no se fía de los documentos presentados por la mujer ni de la veracidad de su relación con Carley.

SOS Racismo ya ha puesto esta situación de "abuso y desprecio a la Declaración Universal de los Derechos Humanos" en conocimiento del Ararteko, el Defensor del Pueblo y numerosos parlamentarios. E invita a los ciudadanos a remitir a la Embajada un texto pidiendo que permita que la pareja y los hijos que esperan puedan vivir juntos en Andoain.

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