Un informe de Esade encargado por Clos reclama la tasa turística

Aboga por cobrar un euro por pernoctación y un segundo gravamen

El Ayuntamiento de Barcelona parece decidido a implantar una tasa turística. Un informe de la escuela de negocios Esade encargado por el consistorio urge la implantación de "una tasa turística de doble vía", de un euro por pernoctación hotelera más una segunda tasa tipo forfait al resto de actividades relacionadas con el turismo: alojamiento extrahotelero, restaurantes, tiendas, oficinas, inmobiliarias, establecimientos de oferta cultural y lúdica y servicios turísticos en general, con el pago de una cantidad fija que no está en función del número de turistas.

El informe pone com...

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El Ayuntamiento de Barcelona parece decidido a implantar una tasa turística. Un informe de la escuela de negocios Esade encargado por el consistorio urge la implantación de "una tasa turística de doble vía", de un euro por pernoctación hotelera más una segunda tasa tipo forfait al resto de actividades relacionadas con el turismo: alojamiento extrahotelero, restaurantes, tiendas, oficinas, inmobiliarias, establecimientos de oferta cultural y lúdica y servicios turísticos en general, con el pago de una cantidad fija que no está en función del número de turistas.

El informe pone como ejemplo las tasas turísticas de Nueva York, Tokio, París, Niza, Amsterdam y Bruselas, y aboga por establecer la nueva figura tributaria con un consenso general con el sector. Los objetivos son corresponsabilizar a los turistas en la financiación de los servicios públicos; justificar ante los residentes los problemas que genera la presión turística, y disponer de ingresos complementarios para el mantenimiento y la mejora de los productos turísticos y la creación de otros nuevos.

El estudio -elaborado por el catedrático de Esade Josep Francesc Valls- propone corresponsabilizar "al sector público y al sector privado" para dedicar la recaudación de la tasa a la promoción y a la mejora del sector turístico de la ciudad. El modelo pasa por involucrar al sector, a través de la Cámara de Comercio, junto a organismos como Turismo de Barcelona.

El consistorio barcelonés desempolva así una vieja aspiración: que los turistas paguen una parte de los servicios públicos que utilizan, a través de una tasa que ya ha planteado en varias ocasiones el responsable de Turismo del Ayuntamiento, Jordi Portabella.

Los turistas "no están en contra de las tasas turísticas y no las consideran negativas", indica el informe. Otra cosa es la opinión de los hoteleros, que han mostrado su total oposición cuando el Ayuntamiento de Barcelona o la Generalitat han insinuado la posibilidad de establecer un impuesto. El estudio recomienda que el consistorio se encargue de recaudar las tasas, y que las decisiones sobre el destino de los fondos "recaigan en una comisión integrada por el propio Ayuntamiento, los agentes que intervienen en la recaudación, Turismo de Barcelona y las instituciones que aportan fondos y esfuerzos claramente definidos al turismo de la ciudad".

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