El 41% de las musulmanas en Cataluña trabajan fuera de casa
Un trabajo académico internacional, elaborado por el Centro de Investigación en Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades (CREA), de la Universidad de Barcelona, ha arrojado el dato de que el 41% de las mujeres musulmanas que viven en Cataluña trabajan fuera del ámbito doméstico, y que el 11% ya había trabajado en el país de origen. El informe concluye que el 52% de las mujeres magrebíes inmigrantes son o han sido activas, en el trabajo fuera de casa y no dependen económicamente de sus maridos. Estras conclusiones se basan en una encuesta realizada entre 1.860 hechas a extranjeros.
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Un trabajo académico internacional, elaborado por el Centro de Investigación en Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades (CREA), de la Universidad de Barcelona, ha arrojado el dato de que el 41% de las mujeres musulmanas que viven en Cataluña trabajan fuera del ámbito doméstico, y que el 11% ya había trabajado en el país de origen. El informe concluye que el 52% de las mujeres magrebíes inmigrantes son o han sido activas, en el trabajo fuera de casa y no dependen económicamente de sus maridos. Estras conclusiones se basan en una encuesta realizada entre 1.860 hechas a extranjeros.
El estudio desvela, además, que el 28% de esas mujeres emigró a España por razones económica. Aun así, la mayoría de ellas llegó a través de la llamada reagrupación familiar.
Otro aspecto destacable del estudio del CREA es que el velo no supone un impedimento para salir a trabajar. Quienes optan por llevarlo suelen trabajar en tareas domésticas, ligadas al cuidado de niños o personas mayores, y las que no lo llevan para trabajar, lo hacen en hostelería.
Las inmigrantes con estudios medios o superiores no encuentran trabajo en su especialidad a causa de una triple discriminación (mujer, inmigrante y magrebí), según el sondeo. La encuesta revela las discriminaciones laborales del colectivo inmigrante: horarios de más de 40 horas semanales y sueldos de menos de 900 euros al mes. Da cuenta de que el 11-M en algunos casos había aumentado el racismo y había empeorado las relaciones con los compañeros de trabajo, al tiempo que crecieron las dificultades para encontrar empleo.