Entrevista:JOSÉ DIRCEU | 'Superministro' de Brasil

"Se necesitan seis años para lograr los cambios que prometimos"

José Dirceu, de 59 años, es el ministro jefe de la Casa Civil de la presidencia de Brasil. En román paladino: superministro del Gabinete del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Ha llegado en viaje relámpago a Madrid cuando la popularidad de Lula pasa por horas bajas a raíz de un escándalo de corrupción que afecta a un partido aliado en la coalición gubernamental. La oposición huele sangre. El ex presidente Fernando Henrique Cardoso califica al Gobierno de Lula como "un pavo borracho corriendo en Nochebuena". Duras palabras de labios del moderado Cardoso. Dirceu no pierde la cal...

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José Dirceu, de 59 años, es el ministro jefe de la Casa Civil de la presidencia de Brasil. En román paladino: superministro del Gabinete del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Ha llegado en viaje relámpago a Madrid cuando la popularidad de Lula pasa por horas bajas a raíz de un escándalo de corrupción que afecta a un partido aliado en la coalición gubernamental. La oposición huele sangre. El ex presidente Fernando Henrique Cardoso califica al Gobierno de Lula como "un pavo borracho corriendo en Nochebuena". Duras palabras de labios del moderado Cardoso. Dirceu no pierde la calma. Sigue hablando de Cardoso como de Fernando Henrique. "La oposición quiere anticipar la agenda electoral de 2006 a ahora mismo", aseguró ayer durante la entrevista.

"Una política macroeconómica equilibrada era una opción obligatoria, habida cuenta de la gran deuda externa que heredamos"
"Chávez no es un elemento desestabilizador. Su conducta es consecuencia de intentos ilegales de apartarle del poder y de un golpe de Estado fallido"

Pregunta. ¿Qué busca la mano derecha de Lula en España?

Respuesta. Inversiones. Por decisión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, además de coordinar la acción del Gobierno yo me ocupo de las inversiones en infraestructuras. Éste es un viaje breve a España y Portugal.

P. Las elecciones presidenciales serán en octubre de 2006, pero la oposición golpea y la popularidad de Lula cae por el escándalo de corrupción de Correos. ¿Cómo aprecia la situación?

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R. Se necesitan seis años de Gobierno para lograr los cambios que prometimos. Lo que ocurre en estos momentos es sencillo: la oposición quiere anticipar a ahora mismo la agenda electoral. Esto acorta el mandato a los dos años y medio que ya han transcurrido. Estamos acostumbrados a tener elecciones municipales y de gobernadores cada dos años. No se paraliza el país ni el Congreso. El Gobierno puede seguir actuando. Pero dicho esto, hay que trabajar para reelegir a Lula. El programa de modernización política y el sistema de protección social requieren cuatro años más de Lula...

P. ¿Existen diferencias entre José Dirceu y el ministro de Hacienda, Antonio Palocci?

R. Son diferencias que hay en cualquier Gobierno...

P. Aquí, donde está usted sentado, él lo estuvo hace poco. Y explicó que él hablaba todos los días con usted...

R. Ja, ja, ja. Somos amigos. Nos conocemos desde hace 25 años. Y no sólo hablamos todos los días, lo hacemos a todas horas. Ahora bien, en el Gobierno debatimos en cierto momento y hay diferencias. Pero es natural.El presidente Lula tiene la última palabra.

P. En el exterior se percibe que Lula ha mantenido un equilibrio macroeconómico sin grandes apuestas. ¿Cuál es la percepción en Brasil?

R. Una política macroeconómica equilibrada era una opción obligatoria, habida cuenta de la gran deuda externa que heredamos. La realidad impuso sus restricciones. La demanda de gastos era tres veces mayor respecto a los recursos de los que disponíamos. Con todo, estamos sentando las bases de un Estado de bienestar. Y esto se percibe.

P. El rumor dice que usted es crítico con la política de altos tipos de interés. Ha habido nueve subidas hasta llegar al 19,75%...

R. La política monetaria la deciden tres personas: el presidente del Banco Central de Brasil, el ministro de Hacienda y el ministro de Planeamiento. Si además de las infraestructuras también pretendiera ocuparme de los tipos de interés... no haría ninguna de las dos cosas...

P. Usted busca inversiones en España, y el presidente Zapatero logró la colaboración de Lula en la "cumbre" entre Venezuela y Colombia. ¿Cómo ve al presidente Hugo Chávez?

R. Chávez no es un elemento desestabilizador. Su conducta es consecuencia de varios intentos ilegales de apartarle del poder y de un golpe de Estado fallido. Nuestra política es integrar a Venezuela en América Latina, en Mercosur. Es lo que se debió hacer con Cuba y no se hizo. Todo lo contrario del bloqueo. Chávez está haciendo lo que no se ha hecho durante cien años en Venezuela. Usa los ingresos del petróleo para modernizar el país y conseguir un mayor equilibrio social. Está muy bien que el presidente Zapatero trabaje para integrar a Chávez. EE UU es un país que quiere vender armas a todo el mundo. ¿Cómo puede objetar que España le venda armas a Venezuela? Nosotros también compramos los mismos aviones a España. Los necesitamos para patrullas de seguridad en el Atlántico Sur.

P. Otro español defiende al presidente Lula. No es el único, pero es muy relevante: un banquero llamado Emilio Botín...

R. Sí, lo sé... Y con razón. Que Botín simpatice con Lula no supone una contradicción para nosotros. Él ha visto la gran oportunidad de inversión y de beneficios que representa Brasil.

El superministro José Dirceu, tras la entrevista.BERNARDO PÉREZ

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