Microsoft alcanza un principio de acuerdo para cumplir con Bruselas

La multinacional se compromete a suministrar a la competencia sus protocolos de conexión

Microsoft y la Comisión Europea han alcanzado un principio de acuerdo que abre el camino para desbloquear el litigio por prácticas monopolísticas abierto hace cinco años. Microsoft, temerosa de la mala publicidad que esta batalla le puede acarrear y de las multas con que le amenaza Bruselas, ha accedido a aportar a los servidores de la competencia sus protocolos de conexión; un asunto al que hasta ahora se cerraba en banda. Sólo el software libre quedaría al margen de esta nueva estrategia. La Comisión ha pedido opinión a la industria, pero está dispuesta al acuerdo.

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Microsoft y la Comisión Europea han alcanzado un principio de acuerdo que abre el camino para desbloquear el litigio por prácticas monopolísticas abierto hace cinco años. Microsoft, temerosa de la mala publicidad que esta batalla le puede acarrear y de las multas con que le amenaza Bruselas, ha accedido a aportar a los servidores de la competencia sus protocolos de conexión; un asunto al que hasta ahora se cerraba en banda. Sólo el software libre quedaría al margen de esta nueva estrategia. La Comisión ha pedido opinión a la industria, pero está dispuesta al acuerdo.

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Microsoft pagó en marzo del pasado año la multa más alta de la historia de la UE, 497 millones de euros, por sus presuntas prácticas monopolísticas, pero tiene pendiente desde entonces cumplir otras dos condiciones que le impuso Bruselas y que, a tenor de las resistencias de la firma estadounidense, son más importantes que la penalización: vender Windows XP libre del lector multimedia Media Player, y facilitar la interoperatividad de los servidores para garantizar la competencia también en este sector en el que Microsoft se ha hecho con el 60% del mercado mundial.

La oferta que Microsoft puso sobre la mesa de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, el pasado martes es aparentemente generosa. Dará todos los datos de sus protocolos de conexión a la competencia (salvo a los operadores de software libre, como Linux) de forma gratuita siempre y cuando tales protocolos no supongan un elemento realmente innovador y, además, tales facilidades no se limitarán al mercado europeo. "Hemos hecho importantes concesiones porque nos tomamos nuestras responsabilidades en Europa muy seriamente", dijo desde Redmond el presidente de Microsoft, Steve Ballmer.

La Comisión Europea ha puesto el asunto en manos de la industria para que analice la oferta de Microsoft; pero en principio ha acogido favorablemente una propuesta que llega tras meses de negociaciones casi diarias. Los técnicos, tanto de Bruselas como de la industria, supervisarán que no haya trampas en la oferta del gigante informático y un grupo independiente nombrado al efecto, llamado Trustee, hará un seguimiento de la aplicación de las nuevas medidas.

Bruselas podría aceptar que el software libre quede discriminado del futuro acuerdo, si bien de forma transitoria. El Tribunal de Justicia europeo está analizando el caso, y la sentencia, según fuentes judiciales, podría llegar antes de lo previsto. "En caso de que los jueces nos den la razón", dice Bruselas, "obligaríamos a ampliar el acuerdo también al software libre al día siguiente".

Kroes así lo ratificó: "Sigo determinada a garantizar que todos los elementos de la decisión sean ejecutados de manera apropiada. Esto incluye la capacidad de los fabricantes de software libre de aprovecharse de nuestras exigencias". El software libre, según los expertos, es la bestia negra de Microsoft, que ve en este revolucionario sistema la única amenaza a largo plazo a su hegemonía.

Las dificultades de interoperar con Windows para servidores de la competencia, teniendo en cuenta que Windows se ha hecho ya con el 95% del mercado del software, es una estrategia con la que Microsoft intenta forzar la venta de sus servidores para imponer también aquí su hegemonía.

Asunto 'Media Player'

También es crucial el asunto de Media Player. Bruselas teme que la integración cada vez mayor de productos en el sistema operativo de Windows acabe con la competencia, como ocurrió con Internet Explorer en el sector de los navegadores. Windows XP incorpora Media Player y Bruselas lo rechaza como una cuestión de principios. Microsoft también aquí parece estar dispuesta a ofrecer, esta vez sólo en Europa, su Windows XP Home Edition New libre de Media Player. Después, el usuario podría descargarse de Internet bien el Media Player, bien productos similares de la competencia, como Real Player o Quick Time.

Las concesiones no son gratuitas. "Han llegado gracias al coraje y la determinación de Kroes y a la calidad de su equipo", dice Thomas Vinje, abogado de varias firmas de la competencia personadas en el proceso contra Microsoft. Vinje alerta, no obstante, sobre los flecos aún pendientes. Kroes, además de coraje, tiene en la mano un arma potente: la posibilidad de imponer una multa diaria equivalente al 5% del volumen de negocio, que en este caso podría alcanzar los 3,5 millones de euros al día durante todo el tiempo que dure el retraso en aplicar las exigencias.

Bill Gates (a la izquierda) saluda a Peter Mandelson, comisario europeo de Comercio, el pasado febrero.REUTERS

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