Los promotores de un parque eólico marino en Barbate se comprometen a crear 1.600 empleos directos
El proyecto Mar de Trafalgar, que contempla la construcción de 21 parques eólicos marinos frente la costa de Barbate y que auspician las empresas EHN, INR-Eólica y Cupimar, se compromete a crear 1.674 empleos directos y 4.982 indirectos durante, al menos, 30 años. De los puestos de trabajo, las compañías garantizan que, aproximadamente, el 90% sería para trabajadores de la provincia de Cádiz. Son datos dados a conocer ayer en la última reunión del Foro de la Energía Eólica Marina creado por la Diputación gaditana, que ayer se cerró con la retirada, en pleno debate, de los representantes de las...
El proyecto Mar de Trafalgar, que contempla la construcción de 21 parques eólicos marinos frente la costa de Barbate y que auspician las empresas EHN, INR-Eólica y Cupimar, se compromete a crear 1.674 empleos directos y 4.982 indirectos durante, al menos, 30 años. De los puestos de trabajo, las compañías garantizan que, aproximadamente, el 90% sería para trabajadores de la provincia de Cádiz. Son datos dados a conocer ayer en la última reunión del Foro de la Energía Eólica Marina creado por la Diputación gaditana, que ayer se cerró con la retirada, en pleno debate, de los representantes de las cofradías de pescadores.
Mar de Trafalgar es uno de los cinco proyectos existentes en la zona para levantar aerogeneradores off-shore en esta zona de la costa gaditana. Éste es el más ambicioso porque asume la inversión más alta, 2.000 millones de euros, y combina la instalación de molinos de viento con la explotación de jaulas en sus bases para desarrollar labores de acuicultura. En total, se construirían 273 aerogeneradores, agrupados en 21 parques con 13 molinos cada uno. La potencia ascendería a 982'8 MW, lo que permitiría una producción anual de energía de 3.439.800 MW.
Durante el tiempo de funcionamiento medio de los parques, unos 30 años, las empresas garantizan la contratación de casi 6.000 trabajadores, entre puestos directos e indirectos. Según explicó el portavoz de INR-Eólica, César del Campo, esos empleos saldrían de las dos actividades previstas: el control y mantenimiento de los parques y la explotación acuícola.
Los promotores se comprometen también a construir las instalaciones en el puerto de Barbate. Si no fuera posible, garantizan que el proyecto se levantaría en alguna zona de la provincia de Cádiz. Sólo en la construcción, que se calcula duraría seis años, se generarían 1.570 empleos directos y 4.711 indirectos.
Estas cifras no impresionaron a algunos de los participantes del foro. El alcalde de Barbate (PP) definió el proyecto como "poco riguroso" y "perjudicial" para el futuro pesquero. Del Campo acababa de recordarle que en los últimos años la ciudad ha duplicado el paro y se ha reducido a la mitad la renta media de sus vecinos.
La última reunión del foro terminó con un abandono. Los dos representantes de la Federación Andaluza de Cofradías Pesqueras, que rechaza estos parques, se marcharon del debate tras ser reprendidos por el moderador por interrumpir el inicio de la exposición de los promotores del proyecto. Según explicaron los responsables del foro, ha sido el único incidente ocurrido en las diferentes reuniones mantenidas.
Una vez clausurado el foro, los portavoces políticos presentarán sus conclusiones después de unas jornadas sobre los parques eólicos marinos, que se celebrarán en Cádiz entre el 9 y 10 de junio.