PREMIOS ORTEGA Y GASSET

"Mirar a través de la cámara fue un acto de defensa"

Esa mañana del 11 de marzo, Pablo Torres (1954, Miguel Esteban, Toledo) cogió el tren de cercanías desde la estación de Villaverde rumbo a Atocha cinco minutos más tarde de lo habitual. Se dirigía a su trabajo en la revista Carta de España, de la Dirección General de Emigración. Torres llevaba consigo la pequeña cámara digital que le habían regalado por su cumpleaños para que fotografiase setas, su gran afición. Un amigo presentaba un libro por la tarde y él pensó que aquel acto podía ser una buena excusa para ensayar con su cámara recién estrenada.

A la altura de la calle Téllez...

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Esa mañana del 11 de marzo, Pablo Torres (1954, Miguel Esteban, Toledo) cogió el tren de cercanías desde la estación de Villaverde rumbo a Atocha cinco minutos más tarde de lo habitual. Se dirigía a su trabajo en la revista Carta de España, de la Dirección General de Emigración. Torres llevaba consigo la pequeña cámara digital que le habían regalado por su cumpleaños para que fotografiase setas, su gran afición. Un amigo presentaba un libro por la tarde y él pensó que aquel acto podía ser una buena excusa para ensayar con su cámara recién estrenada.

A la altura de la calle Téllez el tren se paró. Nada raro, muchas veces lo hace.

Pero los minutos pasaban y el cercanías no volvía a arrancar. Torres miró por la ventana y entonces vio que el techo de uno de los vagones había estallado. Él y otros viajeros forzaron la puerta de su convoy y bajaron. Torres puso la cámara en posición automática, el ojo en el visor y empezó a disparar. "Fue un acto de defensa, empecé a mirar a través de la cámara y me quedé en blanco...".

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En medio de aquella tragedia, un periodista de este periódico se acercó a Torres y le dijo: "Queremos esas fotos". Torres había tirado 62 instantáneas. Esa misma mañana, EL PAÍS publicaba la fotografía en su edición especial y facilitó su difusión mundial.

Dice ahora que la foto es un compendio de lo que significó el atentado: "Trenes reventados, muertos, heridos, gente dejándose la piel para ayudar...". En esta imagen el fotógrafo reconoce a algunas de las víctimas y voluntarios que estuvieron con él aquella mañana. "Ahí aparecen Sergio Palacios, y Lourdes Beltrán, y las enfermeras del Hospital de Alcorcón que no dejaron de ayudar a los heridos, y...". Todavía hoy se emociona.

A todos ellos, Pablo Torres quiere, sin ninguna duda, dedicar su premio.

Pablo Torres.

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