MORTALIDAD HOSPITALARIA

400 médicos piden la dimisión de Lamela y que Esperanza Aguirre se disculpe

Los facultativos exigen la restitución del jefe del servicio de Urgencias del hospital de Leganés

Más de 400 médicos acudieron ayer a la asamblea convocada por la Junta de Personal del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid). Profesionales de todos los hospitales de la red pública y de atención primaria coincidieron en tres puntos: pedir la restitución de Luis Montes a su puesto de coordinador de Urgencias del hospital; exigir la dimisión del consejero de Sanidad, Manuel Lamela, y pedir a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, una disculpa pública por el daño causado al hacer caso a una denuncia anónima en la que se acusaba a Montes de sedar irregularmente a los pacientes para...

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Más de 400 médicos acudieron ayer a la asamblea convocada por la Junta de Personal del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid). Profesionales de todos los hospitales de la red pública y de atención primaria coincidieron en tres puntos: pedir la restitución de Luis Montes a su puesto de coordinador de Urgencias del hospital; exigir la dimisión del consejero de Sanidad, Manuel Lamela, y pedir a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, una disculpa pública por el daño causado al hacer caso a una denuncia anónima en la que se acusaba a Montes de sedar irregularmente a los pacientes para ahorrar dinero al centro.

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El objetivo de la asamblea consistía en acordar nuevas medidas de presión, y extender la reivindicación a todo el sistema sanitario, en el que trabajan más de 50.000 profesionales, de los que 13.000 son médicos. En la reunión de trabajadores se mezclaron por partes iguales la defensa deMontes con las críticas dirigidas a Lamela.

"Yo era Fernando Soler, pero desde hace unos días he decidido llamarme Luis Montes", se presentó un médico del Severo Ochoa. Soler leyó la primera página de la denuncia que ha dado origen a las actuaciones de la consejería. "Una canallada" cuya lectura le llevó a recomendar a sus compañeros que tomaran primperán (un medicamento contra las ganas de devolver). "El consejero está enajenado" por haber dado crédito a lo que "nadie duda que es un libelo", dijo tras leer los prolegómenos de la denuncia (un texto escrito en primera persona del plural que reconoce que es el tercer intento de culpabilizar al hospital por practicar supuestamente sedaciones ilegales).

Para justificar las peticiones de dimisión del consejero, se le acusó de irresponsable, de haber minado la confianza de los ciudadanos en el sistema sanitario y asimismo de haber actuado precipitadamente.

La primera defensa de Montes llegó por parte de Carlos Barra, otorrino del hospital de Móstoles, también al sur de Madrid. "No ha habido mala praxis, estoy seguro". La sucesión de intervenciones en el mismo sentido llevó a Del Nogal, moderador del acto, a pedir a los participantes que se limitaran a proponer medidas de presión.

Pero su llamada fue en vano. Médicos de Leganés, del Niño Jesús, del Ramón y Cajal, de Móstoles incluso de atención primaria repitieron su sentimiento de identificación con Luis Montes, cuyo caso definieron como la punta del iceberg del intento de atacar a la sanidad pública.

El coordinador de urgencias, que se encontraba sentado entre el público y arropado por compañeros y amigos, no quiso intervenir y se limitó a identificarse cuando un médico reconoció que estaba ahí para apoyarle, aunque no le conocía.

Pero el descontento no se limitó a esa asamblea. Por la mañana, en el hospital Ramón y Cajal, se concentraron 400 trabajadores a las 12.00 en solidaridad con sus compañeros del Severo Ochoa. Médicos de otros centros -como el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, el Niño Jesús, de Madrid o el de Móstoles- indicaron su intención de seguir estas iniciativas.

Varios médicos saludan a Luis Montes, a la derecha, en la asamblea convocada por la Junta de Personal.CRISTÓBAL MANUEL

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