La ONU publica una lista de 51 sospechosos de crímenes en Darfur

La Haya investiga las atrocidades en Sudán

Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), recibió ayer en Nueva York de manos del secretario general de la ONU, Kofi Annan, la lista de los 51 primeros sospechosos de crímenes contra la humanidad cometidos en la región sudanesa de Darfur. La relación de nombres y las conclusiones de la investigación elaborada por la comisión creada a tal efecto por el Consejo de Seguridad serán evaluados ahora en La Haya, sede de la Corte.

Al recibir el sobre sellado con el relato de las masacres de civiles, violación de mujeres y destrucción de poblados en un conflicto que ...

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Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), recibió ayer en Nueva York de manos del secretario general de la ONU, Kofi Annan, la lista de los 51 primeros sospechosos de crímenes contra la humanidad cometidos en la región sudanesa de Darfur. La relación de nombres y las conclusiones de la investigación elaborada por la comisión creada a tal efecto por el Consejo de Seguridad serán evaluados ahora en La Haya, sede de la Corte.

Al recibir el sobre sellado con el relato de las masacres de civiles, violación de mujeres y destrucción de poblados en un conflicto que se ha cobrado casi 200.000 vidas, Ocampo abogó por "acabar con la impunidad de los criminales".

La lista incluye nombres de miembros del Gobierno de Jartum, así como de oficiales del Ejército y líderes rebeldes, y llegó a La Haya poco después de que el fiscal la tuviera en su poder. La Corte deberá decidir ahora si tiene jurisdicción para ver el caso. Para ello necesita, además de los datos proporcionados por la ONU, la colaboración de otros Estados y organizaciones que dispongan de información. "Pido la colaboración de todos en esta tarea, desde ciudadanos a Gobiernos y la Unión Africana", señaló Ocampo.

Las autoridades sudanesas aseguraron que llevarán a cabo su propia investigación sobre los crímenes, ya que prefieren que sean juzgados por los tribunales locales. Omar al Bashir, presidente de Sudán, lo dejo claro: "He jurado tres veces en el nombre de Alá que nunca rendiré a un compatriota a un tribunal extranjero". Para la ONU, el enfoque es distinto. No sólo es la primera vez que remite un caso a la CPI. Después de dar la sensación de una cierta debilidad moral al dilucidar durante meses si lo ocurrido en Darfur debía calificarse de genocidio o de crímenes contra la humanidad. Y después de prometer en julio pasado que detendría las muertes en la provincia, ha dado un espaldarazo importante al tribunal de La Haya para que juzgue, y castigue, las violaciones de los derechos humanos.

El conflicto de Darfur comenzó en 2003, cuando grupos rebeldes atacaron objetivos gubernamentales aduciendo que Jartum oprimía a la población negra. Muchos de los desplazados -1,8 millones, según la ONU- acusan a las milicias árabes de cometer atrocidades.

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