Los encargados del proyecto, entre la sorpresa y la esperanza

Si bien el año 2008 sigue siendo la fecha oficial de apertura del nuevo Rijksmuseum, diferencias como la provocada por el arco central exterior, el pasaje, pueden alargar aún más unos trabajos que ascienden a 272 millones de euros. "Ésa es la cifra general, pero el coste de la renovación ronda los 105 millones. Lo demás se va en gestión, traslado, decoración, montaje interior y todo lo que conlleva una obra de esta envergadura", afirma el arquitecto Antonio Cruz.

El asunto del pasaje sorprende también a su colega, Antonio Ortiz. Ninguno de los dos ve problemas de paso o de seguridad par...

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Si bien el año 2008 sigue siendo la fecha oficial de apertura del nuevo Rijksmuseum, diferencias como la provocada por el arco central exterior, el pasaje, pueden alargar aún más unos trabajos que ascienden a 272 millones de euros. "Ésa es la cifra general, pero el coste de la renovación ronda los 105 millones. Lo demás se va en gestión, traslado, decoración, montaje interior y todo lo que conlleva una obra de esta envergadura", afirma el arquitecto Antonio Cruz.

El asunto del pasaje sorprende también a su colega, Antonio Ortiz. Ninguno de los dos ve problemas de paso o de seguridad para visitantes y niños por la presencia de ciclistas en la zona de entrada del museo. "Si los hubiera, siempre se pueden solucionar antes de la apertura. Pero parece que la protesta ciudadana va por otro lado. Como si el símbolo nacional fuera ese arco transitable y no el propio Rijksmuseum, que lo incluye desde su origen", opina Cruz. En su análisis de la situación, que deja en manos del Ayuntamiento del distrito la aprobación definitiva del acceso principal por el pasaje, aparece un factor emotivo. "Tal vez los ciclistas estén molestos por lo que consideran un exceso de turistas en su ciudad. Pero es que este pedazo de Amsterdam no es un territorio privado, sino deseable para otros usuarios también". La Federación ciclista de la ciudad sostiene que mezclar bicicletas y peatones en las cercanías de un centro de arte no dará buen resultado.

Antonio Cruz y Antonio Ortiz ganaron el concurso internacional de reforma del Rijksmuseum (se presentaron cuatro equipos nacionales y otros cuatro extranjeros) cuando ya tenían en su haber varios proyectos holandeses. Habían construido una serie de viviendas en Amsterdam y en Maastricht, al sur del país. En España han proyectado, entre otros, museos, archivos y bibliotecas en Cádiz y Sevilla.

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