La UE plantea una reforma del Pacto aún más favorable a Berlín y París

Los cinco países más grandes, España incluida, aproximan posiciones ante el próximo Ecofin

La nueva propuesta de la presidencia deja claro, como las anteriores, que los límites de referencia para el déficit (3% del PIB) y para la deuda (60%) siguen siendo inamovibles porque se consideran "el ancla" del marco legislativo fiscal en la Unión. Sin embargo, la clave de la reforma prevista sigue estando en las excepciones y "factores relevantes" que serán tenidos en cuenta a la hora de eludir los procedimientos por déficit excesivo contra los países incumplidores, con lo que se permitirán situaciones "temporales" por encima del 3%.

En la propuesta anterior, debatida los pasados día...

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La nueva propuesta de la presidencia deja claro, como las anteriores, que los límites de referencia para el déficit (3% del PIB) y para la deuda (60%) siguen siendo inamovibles porque se consideran "el ancla" del marco legislativo fiscal en la Unión. Sin embargo, la clave de la reforma prevista sigue estando en las excepciones y "factores relevantes" que serán tenidos en cuenta a la hora de eludir los procedimientos por déficit excesivo contra los países incumplidores, con lo que se permitirán situaciones "temporales" por encima del 3%.

En la propuesta anterior, debatida los pasados días 7 y 8 por los ministros de Finanzas de la eurozona (eurogrupo) y de la UE (Ecofin), la presidencia de la UE incluyó un listado de 17 circunstancias eximentes o factores relevantes que serían tenidos en cuenta a la hora de que un país evitara los procedimientos por déficit excesivo.

Inversiones

Se incluían, entre otros, la puesta en marcha de profundas reformas estructurales (previstas en Alemania), las inversiones en investigación y desarrollo (reclamadas por Francia), los esfuerzos fiscales hechos en épocas de bonanza económica, las consecuencias económicas por desastres naturales y hasta los costes de la reunificación alemana.

Ahora, la presidencia no ha incluido en su propuesta un listado cerrado, pero sí menciona principios generales de amplia interpretación ("acontecimientos inusuales" o "una severa caída económica"), en los que cabrían todos los eximentes del listado anterior, y, sobre todo, cita alguno nuevo expresamente. Es el caso de las contribuciones "a la solidaridad internacional" o "para conseguir los objetivos de la política europea".

También en ambas frases la interpretación es amplia y, por tanto, favorable a las tesis franco-alemanas. En la segunda, puede incluirse claramente la contribución alemana a la UE, la más elevada del club, un objetivo que ha perseguido Berlín desde que comenzó el debate sobre la reforma del Pacto pese al malestar que origina en otros países más ortodoxos, como Holanda y Austria.

Una doble ventaja más para Berlín y París en la reforma propuesta ahora consiste en que el plazo para corregir los déficit excesivos se amplía incluso a tres años después del ejercicio en el que se detectó (Alemania y Francia incumplen el Pacto desde 2002 y probablemente ocurra lo mismo este año) y, además, prevé explícitamente que se repitan los pasos legales en el procedimiento (desde avisos hasta multas, en último término) en lugar de avanzar inexorablemente paso a paso.

Otros principios incluidos en la nueva propuesta son los siguientes: se duplican los plazos para avanzar en el procedimiento por déficit excesivo, se anima a la Comisión a lanzar avisos a quienes no aprovechen las épocas de bonanza para lograr superávit o déficit cero, se permiten déficit no superiores al 1% del PIB a quienes tengan la deuda por debajo del 60%, se fijan objetivos personalizados revisables cada cuatro años para lograr equilibrios presupuestarios y se vigilará más que ahora el nivel de deuda.

Últimos retoques

Los cinco grandes países de la Unión Europea (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España) han alcanzado ya prácticamente un acuerdo sobre la reforma, según confirmaron ayer fuentes oficiales, aunque los últimos retoques los pactarán los líderes la semana que viene. Para consuelo de Italia (con una deuda superior al 100% del PIB), en la nueva propuesta ha desaparecido la posibilidad de que la Comisión lance alertas y avisos contra países con elevada deuda.

Ayer, tanto el actual presidente de la Unión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, como el comisario de Asuntos Económicos, el español Joaquín Almunia, se declararon "optimistas" sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo. Hasta el canciller austriaco, Wolfgang Schüssell, uno de los más ortodoxos, se pronunció en los mismos términos.

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