El PP catalán decide participar en el cambio de la financiación de la Generalitat

El PP de Cataluña no quiere quedarse al margen de las negociaciones para la reforma de la financiación de la Generalitat. El Gobierno de Pasqual Maragall ha decidido negociar con Convergència i Unió (CiU) el capítulo de la financiación en la reforma del Estatuto de Autonomía y, si esa negociación llega a buen puerto, se reflejaría en una amplia mayoría parlamentaria de la que sólo quedaría fuera el PP.

Pero el PP dirigido por Josep Piqué quiere participar en los grandes consensos políticos en Cataluña. Y de la misma forma que en su día decidió entrar en la ponencia parlamentaria para la...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El PP de Cataluña no quiere quedarse al margen de las negociaciones para la reforma de la financiación de la Generalitat. El Gobierno de Pasqual Maragall ha decidido negociar con Convergència i Unió (CiU) el capítulo de la financiación en la reforma del Estatuto de Autonomía y, si esa negociación llega a buen puerto, se reflejaría en una amplia mayoría parlamentaria de la que sólo quedaría fuera el PP.

Pero el PP dirigido por Josep Piqué quiere participar en los grandes consensos políticos en Cataluña. Y de la misma forma que en su día decidió entrar en la ponencia parlamentaria para la reforma del Estatuto, el sábado decidió, en la primera reunión de su Comité Político tras los congresos regional y provinciales, que también quiere entrar en la reforma de la financiación.

El capítulo de la financiación será probablemente uno de los más complejos en la reforma del Estatuto catalán. Los partidos catalanes quieren reducir la distancia, a su juicio excesiva, entre la financiación per cápita que proporciona el sistema vigente para las comunidades de régimen común respecto al sistema de concierto económico de que disponen el País Vasco y Navarra.

La posición del PP catalán sobre este asunto era hasta el sábado que los acuerdos de financiación autonómica firmados en 2001 por el Gobierno de José María Aznar y CiU habían resuelto la cuestión. Mantener ahora este criterio habría dejado al PP fuera de una negociación de un aspecto del Estatuto en la que los demás partidos conectan muy bien con las patronales catalanas y un sentimiento difuso existente en la sociedad de que aporta a las arcas del Estado más de lo que le corresponde.

Todo esto no significa que vaya a ser fácil un acuerdo sobre este asunto. En esa negociación, el PP quiere poner sobre la mesa que, contra lo que suelen pregonar los nacionalistas, la financiación de la Generalitat no es un asunto bilateral con el Estado, sino que afecta a todas las comunidades y que, por lo tanto, el acuerdo con el PP es necesario.

Archivado En