El Supremo de Ucrania rechaza la protesta de Yanukóvich

El Tribunal Supremo rechazó ayer la protesta presentada por el ex primer ministro Víktor Yanukóvich contra la Comisión Electoral Central (CEC), la que se había negado a declarar nulos los resultados de la tercera vuelta de las elecciones presidenciales celebrada el 26 de diciembre pasado. Técnicamente, esos comicios eran una repetición de la segunda ronda realizada el 21 de noviembre, pero cuyos resultados fueron anulados por el Supremo debido a masivas falsificaciones. Yanukóvich, que había sido declarado vencedor en noviembre por la CEC, perdió la votación de diciembre por más de dos millone...

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El Tribunal Supremo rechazó ayer la protesta presentada por el ex primer ministro Víktor Yanukóvich contra la Comisión Electoral Central (CEC), la que se había negado a declarar nulos los resultados de la tercera vuelta de las elecciones presidenciales celebrada el 26 de diciembre pasado. Técnicamente, esos comicios eran una repetición de la segunda ronda realizada el 21 de noviembre, pero cuyos resultados fueron anulados por el Supremo debido a masivas falsificaciones. Yanukóvich, que había sido declarado vencedor en noviembre por la CEC, perdió la votación de diciembre por más de dos millones de sufragios, con casi un 8% menos que Víktor Yúshenko, el prooccidental líder opositor.

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Mientras el Supremo deliberaba, el presidente electo Yúshenko regresó sorprendentemente a Kiev con el fin de mantener negociaciones con diversas fuerzas políticas para formar su Gobierno. Yúshenko estaba descansando con su familia en los Cárpatos ucranios, adonde había invitado al presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili. Ambos tenían planeado pasar juntos la Navidad ortodoxa, que se celebra hoy, en el balneario montañoso de Tisovets. Saakashvili se encontraba desde el 31 de diciembre en Ucrania y en la Nochevieja estuvo en la plaza de la Independencia de Kiev, junto con Yúshenko. Ambos líderes finalizaron su descanso con la Declaración de los Cárpatos, en la que calificaron los cambios en sus países como "una nueva ola de liberación en Europa que conducirá al triunfo definitivo de la democracia y la libertad" en todo el continente. Muchos ven en estas palabras una alusión a Bielorrusia, donde con mano férrea gobierna Alexandr Lukashenko, y a Rusia.

Gobierno de coalición

Yúshenko ha prometido crear un Gabinete de coalición basándose en los partidos que le dieron su apoyo en las elecciones presidenciales. La candidatura de la radical Yulia Timoshenko para encabezar el Gobierno está siendo puesta en duda debido a que puede tener dificultad en conseguir el apoyo de una mayoría sólida en el Parlamento. Uno de los principales rivales de Timoshenko para ocupar el cargo de primer ministro es el rey del chocolate, Piotr Poroshenko, diputado que encabeza el comité presupuestario en el Legislativo. También el líder socialista, Alexandr Moroz, que después de no pasar a la segunda vuelta de las presidenciales prestó un apoyo vital a Yúshenko, figura como posible futuro jefe de Gobierno, así como Anatoli Kinaj, líder del Partido de Industriales y Empresarios. El presidente electo dijo anteanoche que nombraría su candidato en los próximos días y prometió retomar las reformas que comenzó cuando fue primer ministro hace cuatro años. Está terminando de elaborar una nueva estrategia económica, que dará a conocer al país este mes. La decisión de ayer del Supremo aparentemente ha agotado los recursos de Yanukóvich, lo que permitiría a la CEC entregar hoy los resultados. Si esto ocurre, la toma de posesión de Yúshenko podrá realizarse la semana próxima.

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