43 españoles atienden a heridos en Indonesia
El aeropuerto de Banda Aceh es estos días un improvisado hospital al que llegan aviones cargados de heridos procedentes de la costa oeste, la más afectada por el tsunami. El rescate se hace por vía aérea, ya que el paso por tierra es casi imposible. En una de las terminales estaban ayer algunos de los 43 españoles miembros del Samur de Madrid y Sevilla y de los Servicios de Catástrofes que han viajado hasta Sumatra para socorrer a las miles de personas que intentan sobrevivir a la catástrofe y el caos. Al frente de ellos Fernando Prados, médico de los servicios de urgencia madrileños. "...
El aeropuerto de Banda Aceh es estos días un improvisado hospital al que llegan aviones cargados de heridos procedentes de la costa oeste, la más afectada por el tsunami. El rescate se hace por vía aérea, ya que el paso por tierra es casi imposible. En una de las terminales estaban ayer algunos de los 43 españoles miembros del Samur de Madrid y Sevilla y de los Servicios de Catástrofes que han viajado hasta Sumatra para socorrer a las miles de personas que intentan sobrevivir a la catástrofe y el caos. Al frente de ellos Fernando Prados, médico de los servicios de urgencia madrileños. "Como los médicos no podemos llegar a la costa oeste nos traen a los heridos hasta aquí", explica. "Estamos echando una mano, pero nuestro destino está en la ciudad donde vamos a poner en marcha un hospital porque el que había ha quedado inutilizado".
El día 31, mientras que sus compañeros atendían los excesos de la Nochevieja, el personal médico del Samur emprendió viaje a Indonesia. Y, con ellos 7.500 kilos de equipaje solidario. Lo necesario para atender de manera autónoma a los heridos durante al menos 15 días. "Nos hemos traído generadores para tener luz y una planta potabilizadora para tener agua. Aquí no hay nada", señala Prados. Los españoles están preparados para poder atender a 800 heridos y hospitalizar a 30.
Coordinados por el Ministerio de Asuntos Extreriores y en colaboración con los Gobiernos de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia, los españoles han sido destinados a Banda Aceh una de las zonas más devastadas por esta ola de desolación. "Por aquí el paisaje se ha tornado esperpéntico, todo es una amalgama, no hay trozos de cosas, son en realidad virutas. Virutas de personas, de animales, de cosas, de plantas... y huele a podrido". Prados que participó activamente en la tragedia del 11-M se confiesa sobrecogido: "Hay que abstraerse del dolor para poder trabajar".