Análisis:LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

El interregno

Las comparecencias de José Luis Rodríguez Zapatero y de Pilar Manjón han puesto un límite a la dirección del PP. Ese límite es la denuncia de los fallos de la política antiterrorista antes del atentado del 11-M y de la estrategia del "engaño masivo", las "mentiras" y la "manipulación" sobre la autoría de la masacre. A la vista de la negativa absoluta de los populares a aceptar algunos de estos hechos, y su invención confusionista de una presencia fantasmal de ETA en los atentados, el PSOE ha decidido disipar cualquier sombra de complicidad con la oposición o encubrimiento.

El desenlace ...

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Las comparecencias de José Luis Rodríguez Zapatero y de Pilar Manjón han puesto un límite a la dirección del PP. Ese límite es la denuncia de los fallos de la política antiterrorista antes del atentado del 11-M y de la estrategia del "engaño masivo", las "mentiras" y la "manipulación" sobre la autoría de la masacre. A la vista de la negativa absoluta de los populares a aceptar algunos de estos hechos, y su invención confusionista de una presencia fantasmal de ETA en los atentados, el PSOE ha decidido disipar cualquier sombra de complicidad con la oposición o encubrimiento.

El desenlace de las elecciones del 14-M, según el PP, fue determinado por el atentado terrorista y por la manipulación socialista-mediática de éste. Ergo, fue una instantánea del electorado. La debilidad parlamentaria del PSOE, que está en manos de partidos pequeños, hace de la legislatura actual un interregno, un paréntesis en la cual se trata de recuperar el poder. En este paréntesis se impone, pues, una acción revolucionaria tipo Jean-Marie Le Pen y su partido Frente Nacional, en Francia. La denuncia permanente en todos los terrenos de que la situación política es ingobernable.

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Parece obvio, pero a los atentados siguió un acontecimiento muy relevante: la decisión inmediata de José María Aznar de convocar las manifestaciones para el viernes 12 de marzo. Aznar movilizó al electorado, sí. Pero en lugar de hacerlo, como pretendía, a su favor, consiguió lo contrario. Los diez millones movilizados fueron el prólogo de la elección, el aumento de la participación el 14-M, clave de la victoria electoral socialista.

El PP dice que los socialistas ganaron las elecciones porque obtuvieron más votos, pero todo su análisis cuestiona la legitimidad de los resultados. ¿Por qué? Por los elementos de rebelión democrática que se reflejaron en las elecciones del 14-M. Es por ello que siempre recuerda las concentraciones frente a las sedes de su partido del día anterior. Una revolución o golpe de Estado.

La crispación lepenista, antisistema, pues, estará a la orden del día hasta, si cabe, hacer caer a un Gobierno que será incapaz, según los populares, de domar estos potros: referéndum constitucional europeo, ponencia de la comisión del 11-M y pleno de conclusiones, elecciones vascas, reforma del Estatuto catalán, problemas con Estados Unidos y desaceleración de la economía española en un contexto europeo y mundial menos favorable.

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La comisión del 11-M seguirá siendo un frente de lucha de enero a mayo próximos, cuando el Pleno del Congreso vote las conclusiones. Aunque el PP no admitirá fallos en la política antiterrorista islámica, pudiera darse el caso de que preste su apoyo a una propuesta unánime de medidas cara al futuro. "Eso es muy factible, no veo ningún obstáculo", dijo a éste periódico el diputado Jaime Ignacio del Burgo. Con todo, ello será más un recurso para no permanecer totalmente aislado que un quiebro en la estrategia de la tensión.

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